El portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino.
Dice que esta exención afecta a las demás confesiones religiosas o las ONG
'¿Es que se van a subir los impuestos a Cáritas?', se pregunta Camino
'Los obispos también están sufriendo la crisis'
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Esto no es Italia y, además, "¿es que se van a subir los impuestos a Cáritas?". Éstas son las dos razones que esgrime la Iglesia católica para no pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), como lo va a hacer en el país transalpino. A no ser que la obligue la ley y siempre que esa misma medida afecte a todas las demás confesiones religiosas y asociaciones que disfrutan de ese mismo régimen fiscal privilegiado.Como explicó, en rueda de prensa en Añastro, sede de la Conferencia Episcopal, el gerente del episcopado, Fernando Giménez Barriocanal, la Iglesia católica no paga el IBI, porque se lo permite "el régimen tributario que establece la ley del mecenazgo". Esta ley se aplica no sólo a la Iglesia católica, sino también "a las demás confesiones religiosas, a todas las fundaciones, a todas las asociaciones de utilidad pública, a todas las ONG, así como a las federaciones deportivas".
Por lo tanto, según Barriocanal, "es un error comparar el régimen fiscal de Italia con el de España". Aquí la exención del IBI la permite la ley de mecenazgo y, en Italia, el concordato con la Santa Sede.
Italia obligará a la Iglesia a pagar el impuesto sobre bienes inmuebles del que estaba exenta
Ahora bien, "si hay una modificación de la ley de mecenazgo, estaremos a los que nos marquen", aseguró el gerente de los obispos. Aunque, a renglón seguido, precisó que el proyecto de ley sobre mecenazgo, que, a instancias de CiU, se está tramitando en el Parlamento, "no va precisamente en la línea de recortar, sino de ampliar".
La otra razón aducida por los obispos para no pagar el IBI es que todo lo que la Iglesia hace repercute en el bien común. Y ponen el ejemplo de Cáritas, que, en esta época de crisis, ha duplicado sus aportaciones. Y por eso, el secretario general del episcopado se preguntaba con ironía: "¿Es que se va a subir los impuestos a Cáritas? ¿Quieren que haya recortes en Cáritas o en catequesis?".
Por lo demás y a pesar de que de la reunión de la Comisión Permanente del episcopado sólo salieron mensajes intraeclesiales (sobre catecismos, congresos y presupuestos de la propia Iglesia), Camino asegura que los obispos "no sólo tienen interés en lo que está pasando, sino que están viviendo y sufriendo la crisis". No en vano, los prelados están en continuo contacto con la gente en parroquias, colegios, hospitales y cárceles.
Recortes
De hecho, la Iglesia católica vive en una eterna austeridad. Los honorarios que perciben los que para ella trabajan "no tienen nada que ver con los de los demás ámbitos", sin contar el inmenso 'ejército' de voluntarios, que trabajan gratis 'et amore' para los demás y para la Iglesia.
Aún así, como reconoce Barriocanal, los trabajadores de la Conferencia Episcopal "cobraron este mes menos que el año pasado" y, además, "estamos restringiendo todos los gastos que no sean imprescindibles".
Pero, a pesar de los recortes, el presupuesto de la Conferencia Episcopal ha aumentado y es de 4.289.905 euros, superando al del año pasado, que se situaban en 4.249.580 euros. Y, además, los obispos han podido dedicar nada menos que 1.780.500 euros entre el año pasado y éste para remodelar la sede del episcopado y construir una bella y grandiosa capilla, obra del cotizado maestro Rupnik.
EL MUNDO.es - José Manuel Vidal - Madrid
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