El Gobierno argumenta que hay precedentes, aunque en realidad solo hay uno, y se remonta a 1990
Es definitivo. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha tomado la decisión de no celebrar el debate del estado de la nación en el primer año de su investidura, según fuentes del Ejecutivo. Ni siquiera después del verano. Pese a la catarata de decisiones de fondo, como las reformas en sanidad, educación, mercado laboral, subidas de impuestos, nacionalización de bancos, rescate bancario europeo, el presidente dejará el debate más importante del año para 2013. Rajoy sí convocará un pleno en julio, después del Consejo Europeo clave del 28 y 29 de junio, como es habitual. Ese debate sin duda se verá monopolizado por el rescate bancario y será una especie de sustituto del debate sobre el estado de la nación, pero Rajoy ha decidido no convocar el otro. En su entorno argumentan que hay precedentes, y Rajoy se aferra a ellos para justificar que no haya debate en el primer año de investidura. En realidad, solo hay un precedente. Es el de 1990. Las elecciones se convocaron, de forma adelantada, en octubre de 1989. El presidente tomó posesión en noviembre de ese año y en 1990 no hubo debate del estado de la nación, se dejó para mediados de 1991. Esos 18 meses sin debate es el argumento al que se aferra Rajoy, según su entorno, para justificar su decisión de no convocar este año esa cita clave.
Rajoy, que hoy está en Río de Janeiro (Brasil) para participar en la cumbre de desarrollo sostenible Río+20 después de participar en el G-20 en Los Cabos (México), y prepara ya su viaje a la cita clave en Roma el viernes con Merkel, Hollande y Monti, está preocupado por la situación de los mercados pero absolutamente decidido a seguir adelante cueste lo que cueste. Según fuentes próximas al presidente, este está dispuesto a asumir todo el coste político que sea necesario, e incluso considera que el deterioro en las encuestas que está sufriendo es razonable o incluso pequeño dada la durísima situación económica y las medidas difíciles que está tomando. Rajoy, señalan en su entorno, está tranquilo porque es un político veterano que ha llegado a la cumbre de su carrera y ya no aspira a nada después de la presidencia del Gobierno, por lo que está liberado para tomar medidas durísimas. Aún así, el Ejecutivo no quiere aclarar esas medidas, ni si tiene previsto en breve subir el IVA y otros impuestos, las pensiones o el seguro del desempleo.
“Aun siendo consciente de las dificultades, este país va a salir adelante. Siempre hemos dicho que este primer año iba a ser duro. Lo importante no es que haya una crisis, que es importante, sino que haya un Gobierno que haya hecho un diagnóstico, sepa lo que hay que hacer y lo haga. Estamos tomando medidas difíciles para preparar el futuro”, les ha dicho Rajoy en la Casa de España de Río de Janeiro a un pequeño grupo de españoles residentes en Brasil. “Los españoles demostraremos que con arrojo, determinación y paciencia, marcando una línea y no separándonos nunca de ella vamos a salir adelante todos juntos”, ha rematado.
EL PAÍS.com - Carlos E. Cué - Río de Janeiro - 20 JUN 2012
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