miércoles, 11 de abril de 2012

PP y CiU evitan reprobar al obispo homófobo


PP y CiU dejan el Consejo de RTVE para no criticar al obispo de Alcalá
El resto de los consejeros remitirán una nota de protesta a la Conferencia Episcopal. La falta de quórum impide que se apruebe una resolución.


El Consejo de Administración de RTVE ha vivido hoy una de sus jornadas más tensas. Algunos consejeros querían que se debatieran los comentarios homófobos del obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, durante el oficio de Viernes Santo, emitido en directo por La 2. El tema no estaba en el orden del día, lo que dio pie a los tres representantes del PP a abandonar la reunión. Poco después de ausentó el vocal de CiU. Así las cosas, del Consejo no tenía el quorum suficiente para adoptar ningún tipo de resolución.

Eso no ha impedido que el resto de los vocales (elegidos por el PSOE, IU, ERC y UGT)  acordaran remitir un escrito de protesta a la Conferencia Episcopal en el que, además de manifestar su respeto a la libertad de expresión, reclaman que las autoridades eclesiásticas cumplan con las leyes y los valores constitucionales y acaten también la normativa de RTVE sobre igualdad y no discriminación de los ciudadanos, según fuentes del Consejo.
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Estos cinco consejeros consideran que la Iglesia católica "ha abusado" de los espacios cedidos por la televisión pública y reclaman a la Conferencia Episcopal que tenga mayor cuidado y prudencia cuando  difunde mensajes a través de TVE. Asimismo, estudian la "fórmula jurídica" para denunciar las manifestaciones del obispo de Alcalá de Henares, toda vez que España no tiene una  autoridad audiovisual que vele por los contenidos que emiten las televisiones.

El prelado arremetió duramente contra los homosexuales durante la homilía de Viernes Santo. Entre otras cosas, dijo: “Quisiera decir una palabra a aquellas personas que hoy, llevados por tantas ideologías, acaban por no orientar bien lo que es la sexualidad humana, piensan ya desde niños que tienen atracción hacia las parejas del mismo sexo”. Y añadió: “A veces para comprobarlo se corrompen y se prostituyen. O van a clubes de hombres. Os aseguro que se encuentran en el infierno”.

El abandono de los representantes del PP y de CiU ha sido criticado por el resto de los miembros del Consejo, que han calificado la marcha antes de que concluyera la sesión como una "irresponsabilidad institucional".


 Un obispo en su estela
 
Monseñor Juan Antonio Reig ha insultado gravemente a los homosexuales en su homilía del Viernes Santo en TVE


La trayectoria del obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, indica que la misa del Viernes Santo oficiada por él y retransmitida por TVE fue, seguramente, un momento estelar de su carrera. Este alicantino de 65 años ha dejado una huella indeleble por donde ha pasado. Como obispo de Castellón quiso exigir un juramento de fidelidad a los profesores de religión, pidió a los diputados católicos que votaran contra la ley de parejas de hecho que proyectaba la Generalitat valenciana y rechazó la aprobación por parte del Gobierno de José María Aznar de la píldora poscoital.

La etapa socialista de José Luis Rodríguez Zapatero debió ser una dura prueba para este obispo, que tuvo que aprovechar la homilía del día de la patrona de Castellón de la Plana para recordar que son unos “bárbaros” todos aquellos que apoyan que la religión católica no sea una asignatura obligatoria. En esa misma homilía advirtió que un homosexual jamás podrá garantizar una buena educación a un niño adoptado. Y unos años más tarde, ya como obispo de Alcalá, ofició bajo la bandera preconstitucional una misa por los caídos de Paracuellos del Jarama.

Con tales antecedentes es fácil imaginar exultante a este obispo oficiando la misa de Viernes Santo para la televisión pública, con los socialistas arrumbados en la oposición. Quizá fue tan extraordinaria circunstancia la que le llevó a entusiasmarse con su nada novedoso discurso contra el aborto y la homosexualidad, un asunto que quita el sueño a la jerarquía católica, que acepta con benevolencia la opinión de uno de sus obispos asegurando que la homosexualidad es una enfermedad y destituye a los que declaran esa orientación sexual tan proscrita.

Tan animado debía estar el obispo esta vez que se despachó una homilía especialmente hiriente con los homosexuales, que, según sus palabras, se corrompen y prostituyen. “Os aseguro”, añadió, “que se encuentran en el infierno”, en esos clubes de hombres que frecuentan.

La cuestión no es saber por qué está tan seguro de esta última apreciación, sino por qué una televisión pública permite el insulto y el desvarío. Por no hablar ya más de la insistencia de la Iglesia en sus obsesiones.



EL PAÍS.com - Rosario G. Gómez - Madrid - 11 ABR 2012

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