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miércoles, 26 de junio de 2013

La vida normal de un número uno

Anatolio, en el Paseo de Dr. Vallejo Nágera, en Acacias. / kike para


Le llaman Anato, Anacleto, Anasta, Anabólico o Tony, entre la burla y el cariño. Salvo por algunas maldades de los niños en Primaria, el madrileño de 18 años que ha sacado la mejor nota en selectividad —un 9,95— y se ha empeñado en usarlo para defender la enseñanza pública, vive encantado con su nombre. “Todo el mundo se acuerda de Anatolio”, suelta con una sonrisa que le estrecha los ojos. Su madre se resistía a que su hijo heredara el nombre de su abuelo y de su padre. Decía que le podía estigmatizar. Nada más lejos.

Criado en el barrio de Acacias, en una familia de clase media alta, Anatolio Alonso no forma parte de ningún club de lectura, de ajedrez o scrabble. De cuerpo atlético, gestos de haber roto algún que otro plato e incansable idealismo. Entre sus amigos —Gómez, Germán, David y Lloren— se le ve suelto y risueño. Hablan por igual tanto de chicas, como de los efectos de los recortes en la enseñanza pública; del “quién se enrolla con quién” al “solo traen materiales a la escuela para hacerse la foto”. Parece simplemente un grupo algo adelantado a su edad, más universitarios que chicos que acaban de examinarse de la selectividad. A veces se equivocarán, otras podrían pecar de ingenuidad; muchas, seguro que aciertan.

Para Anatolio y su pandilla, “el barrio es sagrado”. Los viernes, después de pasar por el Instituto Británico, donde cursa el nivel más avanzado, Anatolio se reúne con ellos en el parque de Peñuelas, a escasos metros del Instituto Juan de la Cierva, donde se conocieron. Un espacio con albero, columpios, alguna zona verde y una fuente seca. “No quedamos para beber. Si acaso, alguna sangría”, asegura. Si no están por allí, se les puede ver por el Pasi (Paseo del doctor Vallejo) y si no, van a Lavapiés o Malasaña. “Cada vez queda menos gente para salir en el barrio”, comentan.

Lo de Anabólico se lo dicen por su obsesión con el deporte. De segundo de Primaria hasta el año pasado, su dedicación era el baloncesto. Entonces cambió al atletismo. Los martes y jueves va a hacer sesiones con su entrenador en el Polideportivo Municipal de Orcasitas. Los lunes, miércoles y viernes sale a correr por su cuenta a El Retiro o a Madrid Río. Sus amigos bromean diciendo que cuando aparecen las chicas, aprovecha para quitarse la camiseta de manera indisimulada.

Contra lo que pueda parecer, Anato no pisa una biblioteca. Ha estudiado para los exámenes de selectividad en su casa. “Me pongo una hora y luego descanso. No tengo un método”, explica. De sus padres, Anatolio Alonso, subdirector del Fondo Eurpeo de Desarollo Regional (FEDER), y Laura Crespo, investigadora, ha heredado las buenas notas y las inquietudes. “Nunca me han forzado a estudiar o me han exigido nada”, señala.

Marisa Aguirre, que fue profesora y tutora de Anatolio, dice que no es “ni pedante ni líder, pero sí totalmente integrado con sus compañeros”. Él tiene decidido que va a estudiar medicina, y en el futuro no le importaría meterse en política, pero tiene sus reparos. “En las juventudes de los partidos no llega el que más se lo merece. Alguien tendrá que meterse ahí para reventarlo por dentro”, exclama.

Lo cierto es que parece que apunta maneras. Su discurso enseguida se encauza en aquello que quiere transmitir. “¿Por qué dicen que vivimos por encima de nuestras posibilidades en educación si hay niños sin escolarizar? ¿Por qué en sanidad todavía hay listas de espera?”, se pregunta moviendo los brazos para marcar el ritmo.

Su amigo Gómez tira de anecdotario para describirlo. “Estamos con dos chicas y, de repente, se pone a hablar de los milicianos de la Guerra Civil, y claro, me lo tengo que llevar”, bromea.

En realidad este es un tema que le apasiona. Lector de Manuel Chaves Nogales, del que destaca su A sangre y fuego, y admirador de Manuel Azaña, le interesa sobre todo las historias de las Brigadas Internacionales: “Gente de distintos países que luchaba por sus ideas”. Dicen sus amigos que él también es un idealista y que incluso en los momentos más inoportunos se empeña en razonar.

Ahora, tras el estudio, toca vacaciones en Gandía. “No creas que vamos en plan intelectual”, concluye.


elpaís.com - Antonio Nieto - Madrid - 25 JUN 2013

domingo, 26 de mayo de 2013

El 70% de los españoles rechaza que la Religión sea una asignatura más


Una cosa es retocar y actualizar las leyes y las instituciones para compensar el desgaste debido al transcurso del tiempo o al cambio de las circunstancias, y otra muy distinta hacerlo para tratar de alinearlas más plenamente con los exclusivos principios y posicionamientos ideológicos del partido gobernante de turno. De esto último, los españoles, con independencia de su orientación política, llevan tiempo ya dando claras muestras de hartazgo. Y, de hecho, a este pertinazmente cíclico ardor reformatorio achacan no pocos de nuestros males. Por ejemplo, ahora y en el caso de la educación, nuestra ciudadanía, de forma prácticamente unánime (86%), concluye que su calidad solo podrá mejorar cuando, de una vez, los partidos sean capaces de llegar a un gran y duradero acuerdo de fondo en vez de intentar reformarla, cada uno por su cuenta y a su manera, en cuanto alcanzan el poder. En otras palabras, para el español medio, el problema ya no parece ser tanto la seria dolencia que sin duda aqueja a nuestro sistema educativo cuanto el continuo relevo de cirujanos que operan con criterios y diagnósticos divergentes —y aun contradictorios— a un paciente cada vez más maltrecho y exangüe.



 Si difícil resulta, a partir de los datos de opinión disponibles, afirmar que la planeada reforma de la vigente ley sobre despenalización del aborto responde no ya a un clamor, sino siquiera a una petición relativamente mayoritaria de la ciudadanía, más difícil aún resulta justificar la pretensión de que, en la enseñanza pública, la religión constituya una asignatura cuya nota cuente (a efectos de medias totales e incluso de solicitud de becas) lo mismo que cualquier otra materia del correspondiente plan de estudios.


La realidad es más bien que sobre esta propuesta del proyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) existe en nuestra sociedad un claro rechazo mayoritario (70% frente a 27%). Este rechazo es masivo (84%) entre los votantes del PSOE, pero lo expresa también la mitad (48%) de los votantes del PP; y es también ampliamente mayoritario entre los católicos poco practicantes (60%), entre los católicos no practicantes (77%) y entre los no creyentes (91%). Tan solo entre la reducida fracción de españoles que se definen como católicos practicantes (y que representan el 17% de toda nuestra población adulta) son mayoría (61%) quienes están de acuerdo con esta medida. Y aun así, entre ellos, un nada despreciable 33% se muestra en contra.

 Esta pretensión del proyecto de ley solo cumple, pues, los deseos de uno de cada cuatro españoles; sin embargo, parece responder plenamente a las presiones que la jerarquía de la Iglesia católica española ejerce sobre el actual Gobierno más que a consideraciones de orden educativo o académico: o al menos así lo percibe el 64% de nuestra ciudadanía, y también, y significativamente, el 44% de los votantes populares, el 56% de los católicos poco practicantes y el 66% de los no practicantes; e, incluso, el 37% de los propios católicos practicantes.

En todo caso, y si finalmente la religión se introduce como asignatura en los términos que establece el proyecto de la LOMCE, la ciudadanía se muestra partidaria, de forma clara, de que los profesores que deban impartirla sean designados por el Estado, no por la Iglesia (y es de resaltar que, en esta cuestión, se presenten divididas las opiniones de los propios católicos practicantes).


En conjunto, estos datos invitan a concluir que incluso una importante fracción de los católicos practicantes (además de una clara mayoría de los católicos más tibios) no acaba de tener claro que convertir el mensaje evangélico en asignatura escolar sea el mejor modo de dignificarlo y de contribuir a su pervivencia y vigencia. Nuestra sociedad sigue carente de una reflexión serena y sinceramente compartida por no creyentes y creyentes (y de todas las religiones) sobre el modo de integrar el conocimiento y comprensión del hecho religioso en la enseñanza escolar. Debería estar ya fuera de discusión que, en una democracia pluralista, la religión no puede ser objeto en las aulas ni de descalificaciones fáciles o ligeras ni de adoctrinamientos o proselitismos (cuyo éxito pueda ser, además, académicamente puntuable).


elpaís.com - José Juan Toharia - Madrid - 26 MAY 2013

domingo, 16 de diciembre de 2012

Érase una vez una princesa enamorada de una valiente chica extranjera

Ilustración de 'La princesa Li'. / elena rendeiro

Pequeñas editoriales publican cuentos infantiles con personajes homosexuales que sirven de referente a las nuevas generaciones

Una niña que encuentra un lápiz mágico que vuelve realidad lo que dibuja y una princesa cuyo padre quiere casarla con alguien que no es su amor verdadero protagonizan los primeros cuentos de la recién estrenada editorial Nube Ocho. ¿Qué tienen de especial? Que la niña tiene dos papás, y que la princesa no está enamorada de un apuesto joven, sino de una valiente chica extranjera.

“Son los libros que nuestra generación no pudo leer”, dice Luis Amavisca, creador de esta pequeña firma, que acaba de lanzar ‘El lapicero mágico’ y ‘La princesa Li’ junto con Egales, una editorial con 20 años de experiencia en temas relacionados con la homosexualidad. Nube Ocho se suma a otras pequeñas editoriales, como A Fortiori y Topka, que en la última década han intentado llenar un vacío de referentes literarios para familias cada vez más diversas y visibles, no solo en cuanto a orientación sexual, sino con vivencias como divorcios, adopciones, discapacidad o inmigración.

    Son los libros que nuestra generación no pudo leer"

Amavisca, artista plástico devenido en editor y escritor, insiste en que sus cuentos no están orientados solo al colectivo LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales), “sino también, y con más razón, a los heterosexuales”. “A muchos adultos les vendría bien leerlos para replantearse su propia educación y ayudarles a enfocar este tema con las nuevas generaciones”, opina.

“Parece claro que hay una voluntad de incorporar con naturalidad a la edición infantil y juvenil una temática que ya está en la calle y en la escuela”, explica Victoria Fernández, directora de la revista especializada Clij, que recuerda dos de los primeros libros de estas características publicados en España: ‘Oliver Button es una nena’ (Everest, 1979, antecedente de ‘Billy Elliot’), y ‘El príncipe Ceniciento’ (Destino, 1998).
Ilustración de 'El lapicero mágico'. / alicia gómez camus

A diferencia de las grandes editoriales, que normalmente traducen al español este tipo de títulos tras venderse con éxito en países como Estados Unidos o Reino Unido, las pequeñas firmas tratan de abrirse paso con producciones propias, a veces con textos de los propios editores, e ilustradas con mimo, como los dibujos tipo ‘collage’ de Alicia Gómez Camus en ‘El lapicero mágico’ o las preciosas acuarelas de Elena Rendeiro en ‘La princesa Li’.

Las tiradas son pequeñas, y tienen en Internet su gran aliado. Aunque se distribuyen también en grandes cadenas y en pequeñas librerías, lo difícil es lograr que se coloquen bien. Para ello, es fundamental la relación personal con libreros especializados, a los que se pueda explicar y convencer de la idea detrás de estos cuentos.

    Hacemos libros a favor de todas las familias, incluidas aquellas que no defienden los obispos"


“Existe mercado, existen autores, pero los editores están en otro punto, solo asumen el riesgo cuando el libro ya ha tenido éxito en otro país”, afirma Lucía Moreno, creadora de Topka, que desde 2006 ha publicado 16 cuentos, todos bilingües español-inglés, al igual que los dos de Nube Ocho. El más vendido, ‘El amor de todos los colores’, está a punto de agotar la tirada, de 2.500 ejemplares.

A Fortiori, creada dos años antes, lleva editados 14 cuentos y tres volúmenes de poesía “en favor de todas las familias, incluidas aquellas a las que los obispos no defienden”, explica su creadora, Natividad de la Puerta. Esta doctora en Historia Económica y “agitadora cultural” recuerda que sus libros nacieron del impulso de proporcionar a sus nietos cuentos diferentes y que promovieran el respeto a la diversidad. “Los cuentos tradicionales son un horror. ¿Qué clase de valores enseña por ejemplo ‘Hansel y Gretel’?”, dice. “Los niños protagonistas eran, con perdón, gilipollas, y al final, matan a la bruja y le roban”, bromea.

Al igual que esta pequeña editorial “suicida”, como la define De la Puerta, Nube Ocho y Topka tienen su origen en las inquietudes personales de sus fundadores, que no encontraban en España lo que buscaban. Moreno, como madre lesbiana de niños adoptados y con discapacidad, y Amavisca, tras reflexionar sobre cómo los sobrinos de su marido, libanés, le aceptaban sin prejuicios pese al tabú que supone la homosexualidad en ese país.

Los tres editores coinciden en que en sus libros, la diversidad, sexual, racial o de otro tipo, es una característica de los personajes, pero no la protagonista ni el motivo de conflicto. “Intentamos hacer libros divertidos, que gusten a los niños y transmitan los valores que queremos”, explica Moreno. Como dice De la Puerta, “los tiempos van avanzando, hay que dar a los niños la oportunidad de leer historias de otro tipo”.


elpaís.com - Cecilia Jan - Madrid - 10 DIC 2012

viernes, 19 de octubre de 2012

Miles de personas marchan en Madrid contra los recortes en Educación



De lo general a lo particular. Florencio Sánchez, fontanero jubilado de 68 años, ha acudido buscando “el bienestar social para todos”. “Yo tengo una pensión digna y espero que mi nieta también la tenga”, comenta. Ana Isabel Domingo, administrativa en paro de 46, estaba entre los manifestante porque cree que no le alcanzará el dinero para pagar la universidad a sus hijos adolescentes “cuando la pública valga tanto como la privada”. Miles de personas han clamado durante más de dos horas por el centro de Madrid contra los recortes en educación en una protesta convocada por el Sindicato de Estudiantes y la CEAPA (la Confederación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos) como colofón a tres días de huelga en institutos a los que este jueves se han sumado colegios y padres.

Más de 100.000 personas, según los convocantes (la Delegación del Gobierno no ha ofrecido cifras) han recorrido la calle de Alcalá reclamando a gritos la “dimisión” del ministro de Educación, José Ignacio Wert, tras el recorte de 4.000 millones en la partida para educación y la aprobación de los decretos que aumentan el precio de las tasas universitarias o las horas lectivas de los docentes, lo que supondrá prescindir de 50.000 profesores, según estimaciones de los sindicatos. La Comunidad de Madrid ha recortado además en más de 10 millones de euros las cantidades destinados a becas de comedor y ha sustituido las ayudas de libros por un sistema de préstamos.

Junto a la pancarta principal Por la educación pública. Por el futuro de nuestros jóvenes, la niña María sujetaba una cartulina roja con otros compañeros del colegio Portugal. Su madre, Carmen Muñoz, ha dicho que le sobran motivos de protesta. Es bibliotecaria en la Universidad Complutense (atenazada por los recortes y en su “peor situación en 35 años”, en palabras del rector, José Carrillo), se ha movilizado con la marea negra de los funcionarios y porta la camiseta de la marea verde por la Educación pública de tod@s y para tod@s. “El colegio de mi hija es el único público del barrio, concentra a toda la población inmigrante y nos han quitado el aula de enlace y dos profesores”, explica. También lleva la camiseta verde Francisca Moya, maestra de infantil en Manzanares el Real. “Han eliminado los profesores de apoyo para los alumnos de integración”, coincide esta.

De fondo, por los altavoces por los que hablan representantes estudiantiles y sindicales, una consigna: “¡Si no hay solución, habrá revolución!”. Lleva el micro Raúl Rivas, de 22 años y estudiante de FP en Desarrollo de Aplicaciones Web. Cuando se aprobó el aumento de tasas regionales (que pasaron de 0 a 180 euros por curso en Formación Profesional), el estudiante contó a EL PAÍS que le iba a resultar casi imposible pagarlo. Ahora explica que ha echado “más hora de trabajo” este verano para poder afrontarlo.

“Que no digan de forma peyorativa que esto es una manifestación política porque todo lo es. Esto y el recorte también”, ha contado con la cabecera avanzando por Neptuno Natalia Terrón, licenciada de 40 años. Lleva atado con una tela a su hijo de dos años. La niña, de siete, va de la mano del abuelo. La abuela también les acompaña. “No hace tanto que fui estudiante y ahora soy madre, me preocupa el futuro de mis niños”, señala Terrón. La abogada Laura Reyes, de 34 años, camina junto a su hija Claudia, de tres. “No hemos obtenido becas y con la reducción del sueldo de mi marido como profesor universitario la economía familiar se ha resentido”.

El secretario del Sindicato de Estudiantes, Tohil Delgado, ha dicho este jueves que si Wert no dimite de “manera inmediata y si no retira la contrarreforma” volverán a movilizarse, mientras que José Luis Pazos, responsable de CEAPA, ha añadido que el ministro “sabe que desde hoy está en funciones”.

En el giro de la marcha en la fuente de Cibeles, minutos antes de que centenares de estudiantes gritaran de nuevo “dimisión” frente a la fachada del Ministerio de Educación, Alejandro Santos y Ricardo Torregrosa, de 18 años, lucían envueltos en sendas banderas republicanas. A Torregrosa, que estudia en la universidad pública Rey Juan Carlos, la matrícula de Criminología le ha costado 1.600 euros (el doble de lo que pagaban los alumnos el curso pasado). “Y a pesar del subidón, nos hacen hasta pagar las fotocopias”. Se queja, además, de que no están “garantizados” los laboratorios para clases prácticas.

La protesta de estudiantes, padres y profesores ha confluido en la Puerta del Sol con la manifestación convocada por los trabajadores de Metro de Madrid y la Empresa Municipal de Transportes, movilizados desde septiembre por el recorte de la paga extraordinaria aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy en julio.

“¡Vamos a casa, vamos a Sol!”, gritan estudiantes al entrar en la plaza que se convirtió en símbolo con el movimiento 15-M. En un lateral, junto a la cúpula de cristal de la estación de Cercanías, alumnos de la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD) protestan a su manera contra los recortes en las enseñanzas artísticas. Van vestidos de negro y se dejan caer sobre el asfalto uno tras otro como si se estuvieran muriendo. Se levantan cantando los versos de Rafael Alberti a los que puso música Paco Ibáñez: “¡A galopar, a galopar hasta enterrarlos en el mar!”. De fondo suena un tambor.

EL PAÍS.com - P. ÁLVAREZ / M. CASTILLO - Madrid - 18 OCT 2012

lunes, 15 de octubre de 2012

Wert : La huelga convocada por los padres de alumnos se inspira en la "izquierda radical y antisistema"



El ministro de Educación, Cultura y Deporte, ha afirmado que es "insólito" que la Confederación de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), mayoritaria en la enseñanza pública, apoye la convocatoria de huelga "política" del Sindicato de Estudiantes, "inspirada en supuestos de la extrema izquierda radical y antisistema".

Así lo ha indicado el ministro a los medios de comunicación, tras la presentación del documento 'Datos y cifras del curso escolar 2012-2013', donde ha valorado "muy negativamente" que este colectivo de padres anime a "vaciar las aulas" el próximo 18 de octubre, cuando, a su juicio, "tienen la obligación de procurar la mejor educación de sus hijos".

El ministro ha asegurado que no va a comentar el contenido "extremista" de las razones esgrimidas por el Sindicato de Estudiantes para realizar un paro de tres días desde este martes 16 de octubre hasta el jueves 18, pero sí ha recomendado a la comunidad educativa la lectura de esta convocatoria para que "deduzca si se trata de una huelga política o de una huelga contra los recortes".

CEAPA RESPONDE

El Sindicato de Estudiantes y la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres (CEAPA) no ha tardado en reaccionar.

El portavoz de la Plataforma Estatal por la Enseñanza Pública y de CEAPA, José Luis Pazos, y el secretario general del Sindicato de Estudiantes, Tohil Delgado, tacharon a Wert de "irresponsable".

Pazos ha explicado que el ministro no puede sorprenderse de los actos de protesta organizados durante la denominada "semana de lucha" en la educación pública porque él "ha despreciado" reunirse con la CEAPA y la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA).

"No le ha preocupado lo que piensan las familias" de los recortes y de la reforma educativa que prepara el Ejecutivo, según José Luis Pazos, que ha dicho que las movilizaciones organizadas desde mañana hasta el jueves "son consecuencia de la nefasta política educativa" de Wert.

Por su parte, el Sindicato de Estudiantes ha denunciado que el Gobierno intenta "criminalizar a todos aquellos que se movilizan contra la política de recortes sociales y desmantelamiento de la enseñanza pública".


El HuffPost/Agencias  |  Publicado: 15/10/2012

jueves, 11 de octubre de 2012

Wert reconoce que el Gobierno pretende "españolizar a los alumnos catalanes"



Es cada vez más habitual que el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, realice declaraciones que, como poco, son carne de titular. Eso en el mejor de los casos. En el peor, suelen generar una agria polémica.

El titular de Educación ha desvelado este miércoles cuál es uno de los objetivos del Gobierno: "Españolizar a los alumnos catalanes" para que "se sientan tan orgullosos de ser españoles como catalanes".

    "Nuestro interés es españolizar a los alumnos catalanes y que se sientan tan orgullosos de ser españoles como de ser catalanes y que tengan capacidad de tener una vivencia equilibrada de esas dos identidades porque las dos les enriquecen, y en esa línea vamos a continuar", ha dicho.

El ministro, quien ha asegurado que "el catalán es una lengua que amo, hablo y leo", ha hecho estas declaraciones una intervención en el Congreso durante la sesión de control al Gobierno en respuesta al diputado socialista Francesc Vallès, quien le ha preguntado si el Ejecutivo cree, como señaló la semana pasada Wert, que existen evidencias que relacionan el crecimiento del sentimiento independentista en Cataluña con su sistema educativo.

DERIVA EDUCATIVA

Siempre según el ministro, "la deriva que ha tomado parte del sistema educativo en Cataluña" facilita que se produzca una "minimización" de los elementos históricos que configuran la historia de Cataluña dentro de España y que, en cambio, "se exageren, a veces hasta la caricatura, los elementos particulares de Cataluña".

El diputado socialista ha criticado a Wert por realizar, a su juicio, unas declaraciones propias de la "formación del espíritu nacional" que formaba parte del sistema educativo en la posguerra española, una época, ha dicho, en la que la crítica no tenía cabida.

Según ha asegurado, en Cataluña "no se adoctrina", sino que "se forma y se educa", por lo que ha pedido al ministro que rectifique "por respeto a la dignidad y esfuerzo de miles de maestros que han contribuido a crear una escuela pública de calidad que ahora se ve amenazada con los recortes".

Para Vallès, la política del Ministerio de Educación busca "dividir entre catalanes y españoles, entre independentistas y no independentistas, entre buenos y malos", de modo que le ha pedido que "modernice su discurso y actúe con sentido de responsabilidad si no quiere pasar a la historia como 'Wert el segregador'".

"El modelo educativo de Cataluña es un modelo de convivencia y de cohesión social y debería tener muy presente que sus declaraciones rompen esa convivencia y que con sus recortes va a dejar a una generación sin futuro y les va a condenar a la ignorancia. No les condene también a la confrontación", ha remarcado.

CUESTIÓN DE LIBERTADES

En su réplica, el ministro ha pedido al diputado que no le intente "convencer de las ventajas del catalán" porque ya está "convencido de ello", si bien ha puesto de manifiesto que su intención es "hacer efectivo" el derecho de que "aquellas familias que quieran que sus hijos se escolaricen en castellano tengan todo el derecho de hacerlo". "Es una cuestión de libertades y al Gobierno le corresponde hacer efectivo ese derecho", ha añadido.

Asimismo, ha reiterado que el sistema educativo catalán ha realizado cambios como sustituir el nombre de 'Historia de España' en segundo de Bachillerato por el de 'Historia' a secas, dándole a la primera "menor rango".

De ahí, ha rematado, su aspiración de "españolizar a los alumnos catalanes".

El HuffPost / Agencias  |  Publicado: 10/10/2012

miércoles, 10 de octubre de 2012

Los padres convocan por primera vez para el 18-O una huelga de estudiantes y piden el cese del ministro de educación.



Una "semana de lucha" para "vaciar los colegios", hacer rectificar al Gobierno y que dimita el ministro de Educación, José Ignacio Wert. Eso es lo que pretende la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres (CEAPA), que este miércoles ha convocado para el próximo jueves 18 de octubre una huelga general.

Las huelgas en el sector educativo no son una novedad. Es más, desde el inicio de la crisis, son una constante. Sin embargo, se trata de la primera manifestación de estas características que se convoca en España. El poder de convocatoria de CEAPA es relevante, ya que aglutina a 12.000 asociaciones de toda España.

La situación es "de auténtica desesperación", según señala en conversación con El HuffPost José Luis Pazos, portavoz de CEAPA y de la Plataforma Estatal por la Enseñanza Pública. Entre los motivos se cuentan "las familias que no tienen dinero para el comedor, para las tasas de la educación... y en ocasiones que no tienen ni centro, como está pasando en algunas comunidades donde se están suprimiendo colegios".

Los padres se suman a la convocatoria del Sindicato de Estudiantes, que tiene prevista una huelga para los días 16, 17 y 18.

"Pero no pedimos a los docentes que la hagan", señala Pazos. "Sí que nos apoyen, pero no que hagan huelga", ya que los profesores han llevado a cabo varias en diferentes comunidades autónomas y ya están sometidos a recortes de sueldo (además de lo que les supondría no asistir a clase ese día).

Según los padres, se está produciendo una deriva que persigue "el lucro de la enseñanza privada mientras se desmantela la pública". En su web explican los motivos, entre los que se encuentran los siguientes:

    No aceptamos que haya niños y niñas que pasen hambre en los centros educativos, máxime teniendo en cuenta que ha contribuido a ello que determinados responsables políticos hayan decidido retirar las ayudas a sus familias justo cuando en tan sólo dos años la cifra de pobreza infantil en España ha crecido un 10%, sumando 205.000 menores de 18 años que viven en hogares que están por debajo del umbral de la pobreza a los más de dos millones que ya existían, incremento que es consecuencia del acoso y derribo al que están sometidos los derechos de los ciudadanos españoles.

    No aceptamos que se eliminen todo tipo de ayudas al alumnado y las familias, se incrementen las cuotas y las tasas, incluso creándolas donde no existían, incumpliendo el mandato constitucional de la gratuidad de la enseñanza y el derecho de acceso en igualdad de condiciones, llegando a ser habitual que los niños no dispongan de los libros de texto y el material curricular necesario para ejercer su derecho a la educación.


Además, los padres no aceptan el enésimo cambio de la ley educativa, hecha sin consenso y sin objetivos que se puedan cumplir, lamentan.


EL PROGRAMA


La denominada "semana de lucha" comenzará el próximo lunes con asambleas de familias y estudiantes y continuará con 72 horas de huelga general de estudiantes en todos los centros educativos los días 16, 17 y 18, con especial relevancia para la del jueves.

Las manifestaciones convocadas también para el miércoles -a las 12 horas- y jueves -a las 18.30- se organizarán en toda España y para ellas la CEAPA y el sindicato de estudiantes han pedido "la solidaridad de toda la sociedad".

En Madrid, la manifestación del miércoles partirá de la Glorieta de Atocha y terminará en la Puerta del Sol, mientras que la del jueves, comenzará en la Plaza de Neptuno y llegará hasta el Ministerio de Educación en la calle de Alcalá.

Por último, el viernes se realizarán asambleas de balance de la "semana de lucha" para decidir "siguientes acciones", según los organizadores.


El HuffPost  |  Publicado: 10/10/2012

miércoles, 1 de febrero de 2012

El ministro de Educación, José Ignacio Wer

Educación resucita la polémica al desvirtuar Ciudadanía

La Conferencia Episcopal aplaude la medida como un victoria
La reforma de la secundaria le dará un año más también a la FP a costa de reducir la ESO
"Quiere contentar a los sectores más extremistas"
  


Cinco años después, el PP ha reavivado una polémica que parecía muerta. El rechazo a la asignatura de Educación para la Ciudadanía, que encabezaron en un principio los obispos españoles, volvió ayer al hemiciclo de la mano del ministro de Educación, José Ignacio Wert. El nuevo titular de la cartera asumió los argumentos de los sectores conservadores contrarios a la asignatura al decir que Ciudadanía ha creado una polémica y una “seria división social” porque “iba más allá de lo que es la educación cívica”. Y anunció que la sustituirá por Educación Cívica y Constitucional. La vuelta a esta controversia hizo sombra a otros anuncios de calado, como la profunda reforma del sistema educativo que se ha fijado y que quitará un curso a la enseñanza común para todos los alumnos, la Educación Secundaria Obligatoria (ESO, que ahora tiene cuatro), para sumárselo al bachillerato y también a la Formación Profesional de grado medio (ahora tienen dos).

La nueva materia nacerá de eliminar de la antigua las “cuestiones controvertidas y susceptibles de adoctrinamiento ideológico”. Se suprimirá todo lo que no tenga que ver con el conocimiento de la Constitución y sus valores y las instituciones de cualquier sociedad democrática y de la Unión Europea. Esto anularía, por ejemplo, todo el bloque que en secundaria habla de las relaciones interpersonales y humanas.

Wert no ofreció ayer un calendario sobre su sustitución, pero un portavoz aclaró que se hará “cuanto antes, si es posible, para que esté lista el curso que viene”. La Conferencia Episcopal Española, que impulsó el boicoteo a Ciudadanía, aplaudió el anuncio, mientras buena parte de la comunidad educativa lo rechazó.

La materia, aprobada dentro de la ley educativa de 2006 (LOE), enseña respeto a la diversidad, las relaciones personales, la vida en comunidad, la igualdad entre hombres y mujeres, la Constitución o los derechos humanos. La polémica arrancó con mucha fuerza, pero se ha ido apagando. En el último recuento hecho por este periódico en 2009, eran 114 de 800.000 estudiantes. Además, el Tribunal Supremo concluyó a principios de 2009 que no se puede objetar a esa materia obligatoria, aunque sí recomendaba vigilar los manuales.

El cambio de Ciudadanía no gustó a las asociaciones de padres, sindicatos ni oposición. “Sirve para contentar a sectores extremistas políticos y religiosos”, consideraron tanto desde la confederación de padres CEAPA, mayoritaria en la enseñanza pública, como desde el PSOE. Mario Bedera, exsecretario de Estado de Educación y socialista, añadió que “no tiene sentido continuar a estas alturas de la democracia con el debate” sobre Ciudadanía. La decisión “va a crispar a la comunidad educativa”, añadió Carlos López Cortinas, de UGT.

El ministro ofreció algún detalle más sobre la reforma que pretende de la secundaria, que consiste en quitarle un curso a la enseñanza común para todos los alumnos, la Educación Secundaria Obligatoria, para sumárselo al bachillerato. El cambio afectará también a la Formación Profesional (FP) de grado medio, pero manteniendo la edad de escolarización obligatoria hasta los 16 años. Así, los alumnos de 15 años deberán decidir si van al bachillerato o a la FP y estarán obligados por ley a cursar, al menos, el primer curso. Incluso si piensan dejar los estudios a los 16 años. La idea de quitarle un curso a la ESO ha sido muy criticada por distintos sectores de la comunidad educativa por sus posibles implicaciones en la igualdad de oportunidades, en la segregación educativa, costes y difícil encaje administrativo y pedagógico. Wert defendió ayer que “no será tal” la segregación, pues también se intenta con el cambio mejorar “la imagen social de la FP”. La reforma, añadió, “no tiene orientación ideológica, sino de eficacia”. Para ello quiere reunirse con empresarios y agentes sociales. También aclaró que se van a mantener las pasarelas para llegar desde la FP a la universidad.

En su discurso sobre los planes del ministerio, Wert insistió en el diálogo para llegar a acuerdos, en la necesidad de reducir el abandono escolar temprano (28,4%, casi el doble de la media europea) y de buscar la excelencia siendo más eficientes —“hacer más con menos” en tiempos de recortes—. También incluyó algunos detalles que no gustarán nada a la izquierda. Por ejemplo, dijo que la escuela de 0 a 3 años no es educación, sino conciliación.

Tampoco gustarán seguramente las pruebas externas para los alumnos, cuyos resultados se facilitarán a las familias para que los empleen en la elección de centros. Esta medida, que Madrid desarrolla desde hace años, ha despertado una amplia polémica en la comunidad gobernada por Esperanza Aguirre.

Wert también reiteró su intención de elaborar un estatuto del docente o extender los centros bilingües para pasar de “estudiar inglés a estudiar en inglés”. El ministro se reunirá con todas las comunidades autónomas para definir “de forma común” qué se entiende por bilingüismo. Espera aprobar los cambios a finales de 2012 para que se pueda aplicar a los centros en el curso 2013-2014.

J. A. Aunión / P. Álvarez - EL PAÍS.com - Madrid 31 ENE 2012