Seiscientos mil ciudadanos según la Delegación del Gobierno, 1.500.000 según los Mossos d'Esquadra, colapsaron ayer las calles de Barcelona. El lío y la algarabía, que había dicho Rajoy la noche anterior en su entrevista televisada. Fue, para cualquier observador mínimamente objetivo, una auténtica exhibición de fuerza del independentismo catalán. Y luego, a continuación, se opina sobre ello. ¿Un desastre, una ruina? Pues un desastre o una ruina. Pero las calles estaban llenas. Acontecimiento informativo de primerísimo nivel. Para entendernos, era la noticia que aún abría la web de la BBC a las dos de la madrugada. Por ejemplo. Que a nuestros cornetas la Diada les iba a poner muy nerviosos lo sabíamos. Que a algunos les iba a volver ciegos lo hemos descubierto en el seguimiento informativo.
Lo mismo creen ustedes que es casualidad que coincidan el telediario de la nueva Televisión Española y Abc. El flamante director de Informativos, Julio Somoano, no ha pasado ni la primera prueba. La vuelta a la desvergüenza en la televisión pública. ¿A ustedes les sorprende?
Y es que para el telediario de las nueve de la noche, la Diada se quedó en quinto lugar de importancia, detrás de la visita del primer ministro de Finlandia a España, el aniversario de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York, la moratoria de Bruselas a Portugal y el caso de José Bretón. La escaleta del infomativo situó la manifestación gigantesca de Barcelona exactamente en el minuto 20 y 23 segundos. ¿Les gusta como ejercicio de respeto a sus espectadores de una televisión pública?
Tranquilos. A esa misma hora –y antes y después, pero comparemos con equidad-, la web de Abc llevaba de primera noticia el partido de la selección de fútbol; de segunda, que Rajoy gravará más las plusvalías para combatir la especulación; de tercera, que la troika da más tiempo a Portugal; de cuarta, que Finlandia apuesta por evitar más rescates; de quinta, España y Ryanair; de sexta, una información sobre los Presupuestos. Hay que llegar a la séptima para encontrar que “Encapuchados queman la bandera de España durante los festejos de la Diada en Barcelona”. El sumario completa el un tanto tendencioso titular: “La izquierda independentista más radical han aprovechado la cita para la quema de la insignia española, francesa y de la Unión Europea”. Y ya, en el octavo puesto, tachín, tachín, “La manifestación independentista consigue colapsar el centro de Barcelona”. ¿Verdad que es bonita la coincidencia?
Por: José María Izquierdo
EL PAÍS.com - 12 Sep 2012
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