La Conferencia Episcopal anuncia una homilía contra el matrimonio gay, promesa electoral del presidente socialista
La intención anunciada por el Gobierno socialista de François Hollande de legalizar los matrimonios homosexuales y la adopción para las parejas del mismo sexo han llevado a la Iglesia católica de Francia a tomar una medida inédita para recuperar peso en el debate político. El próximo 15 de agosto, día de la Asunción de la Virgen, todas las parroquias rezarán una misa nacional en la que se defiende el modelo de la familia tradicional. Desde el final de la II Guerra Mundial, la Iglesia se había mantenido alejada de la vida política a través de las homilías en un país que ha hecho de la laicidad una seña de identidad.
“Dada la situación y los probables proyectos legislativos del Gobierno sobre la familia, considero oportuno dar una señal nacional con motivo del 15 de agosto”, avanzó el presidente de la Conferencia Episcopal de Francia, el cardenal André Vingt-Trois, en una misiva remitida a finales de julio. En ella, propone un rezo nacional único en todas las parroquias para que “algunos de nuestros fieles se sensibilicen, incluso entre nuestros parlamentarios”.
El texto de la oración, dividido en cuatro puntos, llama así a rezar por “aquellos y aquellas que han sido recientemente elegidos para legislar y gobernar, para que su sentido común de la sociedad prime sobre las peticiones particulares y para que tengan la fuerza de seguir las indicaciones de su consciencia”. El último punto pide que “los jóvenes y los niños dejen de ser objeto de los deseos y conflictos de los adultos y puedan beneficiarse del amor de un padre y de un madre”.
La oración es un claro ataque a la promesa electoral del presidente socialista François Hollande de autorizar los matrimonios homosexuales y su derecho a adoptar. El primer ministro, Jean-Marc Ayrault, se ha fijado como el primer semestre de 2013 como fecha para aprobar las medidas. Otra iniciativa que preocupa a la Iglesia es el debate sobre la eutanasia abierto por Hollande, aunque el Gobierno todavía no ha anunciado su intención.
El cardenal Vingt-Trois ya había recordado la postura de la Iglesia sobre el tema del matrimonio gay tras reunirse con Hollande en julio, cuando insistió en que “el matrimonio no es una forma de reconocer la autenticidad de las relaciones entre dos personas que se quieren” sino “una institución social” para garantizar “una buena educación de los niños”. Sin embargo, una homilía a nivel nacional es un paso más en el enfrentamiento.
La Iglesia justifica la iniciativa por el calado de la agenda social del Gobierno, y también por la situación económica —el primer punto de la oración está dedicado a quienes sufren por la crisis—. Pero sobre todo, la Conferencia Episcopal pretende retomar la iniciativa frente a grupos católicos integristas y cercanos a la extrema derecha, que en los últimos meses han multiplicado las manifestaciones públicas en contra del matrimonio homosexual.
La iniciativa ha sido criticada por el Partido de Izquierdas, para quien la Iglesia “no tiene ninguna legitimidad democrática para inmiscuirse en el debate político”. “La Iglesia está en su papel cuando defiende unos valores y en particular los de la familia”, valoró por su parte la exministra de Familia conservadora, Nadine Morano, del ala más derechista de la Unión por un Movimiento Popular, aunque se desmarcó de la postura de la Conferencia Episcopal al recordar que “el 85% de las violencias contra los hijos ocurre en familias tradicionales”.
EL PAÍS.com - Ana Teruel - París - 7 AGO 2012
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