lunes, 31 de mayo de 2010

Israel intercepta la flotilla de ayuda a Gaza y mata a al menos 10 activistas propalestinos

Algunos medios elevan la cifra de muertos a 16 y hablan de más de 60 heridos.- El convoy atacado está formado por seis barcos con 750 personas a bordo, entre ellas tres españoles, y tenía como objetivo llevar 10.000 toneladas de ayuda humanitaria a la franja de Gaza
El Ejército israelí ha interceptado esta madrugada la flotilla de seis barcos con más de 750 personas a bordo, entre ellos al menos tres españoles, que transportaba ayuda humanitaria para Gaza. En el ataque han muerto al menos 10 activistas y otros 30 han resultado heridos, algunos medios sin embargo elevan la cifra a 16 y hablan de más de 60 heridos. El Gobierno de Israel ha lamentado la muerte de los activistas pero no ha ofrecido más detalles de la operación llevada a cabo por su Ejército, que ha informado en una nota que "no ha atacado" el convoy sino que se han limitado a hacer cumplir la orden del Ejecutivo de Tel Aviv de impedir cualquier entrada no autorizada al enclave palestino.

Las víctimas son activistas que viajan en el buque turco Mavi Marmara y la acción militar se ha producido en aguas internacionales. En el convoy humanitario que viajaba hacia Gaza hay tres españoles. Dos de ellos, Laura Arau y Manuel Tapial, son cooperantes de la organización Cultura, Paz y Solidaridad y el tercero, según la agencia Europa Press, es un periodista del canal de televisión Telesur. Manuel Tapial ha estado durante los últimos días escribiendo numerosas entradas en su blog en las que contaba detalles de la expedición, y en las últimas horas remarcaba la inquietud que le producía la presencia militar israelí en torno a los barcos.

La acción del Ejército israelí ha tenido una "enérgica respuesta" por parte de Turquía y de Hamás. El Gobierno de Ankara ha advertido a Israel de que la acción militar de está noche tendrá "consecuencias irreparables" y ha llamado a consultas al embajador israelí en Ankara. Por su parte, Hamás ha llamado a llevar a cabo una intifada contras las embajadas israelíes. Las televisiones turcas han asegurado que se han producido algunos incidentes delante de la embajada israelí en Ankara.

Tensión creciente

La confrontación se perfilaba el domingo por la noche inevitable en el extremo este del Mediterráneo. El Ejército israelí ultimaba un impresionante dispositivo con el que pretendía interceptar a los cientos de activistas propalestinos que navegaban rumbo a la franja de Gaza a bordo de seis barcos. La tripulación de la llamada flotilla de la libertad reiteró que no tenían intención de rendirse. El Ejército insistió en que no permitirá a los activistas atracar en el puerto de Gaza. Naciones Unidas y la Unión Europea habían llamado a la responsabilidad de las partes con el fin de evitar el incidente.

"El Ejército de Israel no tiene autoridad legal para abordar los barcos y si lo hiciera, resistiremos de manera pacífica y acudiremos a todos los tribunales posibles buscando enjuiciar a los responsables", indicó el mismo domingo a este diario desde aguas internacionales Manuel Tapial, uno de los tres españoles miembros de la flotilla, a bordo del Mavi Marmara.

El objetivo de los activistas, de 60 nacionalidades distintas, era hacer llegar a la franja de Gaza 10.000 toneladas de ayuda humanitaria. Más allá de la entrega de materiales de construcción y de medicinas, a lo que de verdad aspiraban estos grupos de derechos humanos era burlar el bloqueo que Israel mantiene sobre la población de Gaza desde que Hamás se hizo con el control de la franja hace tres años.

Desde su inicio, el pasado 22 de mayo, la travesía de la flotilla se convirtió en un notable quebradero de cabeza para Israel. Dejar pasar a los barcos suponía un precedente que desde el Gobierno aseguran no se puede permitir. Interceptar las naves conllevaba sin embargo riesgos impredecibles. El cuerpo a cuerpo entre los soldados y los activistas en alta mar y el arresto masivo de los componentes de la flotilla puede acrecentar el deterioro de la imagen de Israel, en tela de juicio desde la invasión de Gaza en 2009.

Los miembros del Gobierno no escatimaron advertencias en los últimos días, lo que ha contribuido a incrementar la repercusión mediática de la iniciativa propalestina. El ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, ha considerado la iniciativa de los activistas "propaganda violenta" y ha advertido de que su Gobierno no piensa permitir "ninguna amenaza a la soberanía [israelí] por tierra mar o aire".

Desde ayer, la Marina israelí ya se encontraba lista ante la costa de la ciudad de Haifa para frenar a los activistas, cuya idea era llegar a Gaza durante el día de hoy. Miles de soldados y policías han sido aleccionados durante la semana pasada de los planes militares, según detallaba la radio israelí.
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Publicado por EL PAÍS.com, el 31.05.2010

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