La dura tarea de salvar tu especie cuando eres un pingüino gay
Buddy y Pedro son una pareja de pingüinos africanos macho que viven en el zoológico de Toronto. Son como cualquier otra pareja de pingüinos y se acicalan el uno al otro, nadan juntos, se hacen ruiditos amorosos… Vamos, lo que viene a ser un cortejo clásico entre pingüinos –o eso dicen-.
El problema para la felicidad de Buddy y Pedro no es otro que sus genes. Los pingüinos africanos están en peligro de extinción y todos los zoológicos están intentando que procreen para salvar la especie, por lo que quieren separarlos para intentar que intimen con hembras.
Pedro, de 10 años, y Buddy, de 20, forman parte de un grupo de 12 pingüinos –seis machos y seis hembras- que llegaron a Toronto provinentes de varios zoológicos norteamericanos, pero nuestra pareja ya se conocía, puesto que empezaron su apasionado romance antes de llegar a Toronto. En realidad se conocieron en el zoo de Toledo –en el Toledo de Ohio, no en el de España-.
Esperemos que cuando hayan cumplido con su destino de héroes que salvan especies puedan volver a estar juntos y seguir con su apasionado romance.
No es la primera vez que vemos pingüinos macho mostrando su amor gay por los zoológicos del mundo haciendo famosos sus romances y sus intentos de procrear –robando huevos-.
Publicado en: ambienteg.com / 9 de noviembre de 2011
Buddy y Pedro son una pareja de pingüinos africanos macho que viven en el zoológico de Toronto. Son como cualquier otra pareja de pingüinos y se acicalan el uno al otro, nadan juntos, se hacen ruiditos amorosos… Vamos, lo que viene a ser un cortejo clásico entre pingüinos –o eso dicen-.
El problema para la felicidad de Buddy y Pedro no es otro que sus genes. Los pingüinos africanos están en peligro de extinción y todos los zoológicos están intentando que procreen para salvar la especie, por lo que quieren separarlos para intentar que intimen con hembras.
Pedro, de 10 años, y Buddy, de 20, forman parte de un grupo de 12 pingüinos –seis machos y seis hembras- que llegaron a Toronto provinentes de varios zoológicos norteamericanos, pero nuestra pareja ya se conocía, puesto que empezaron su apasionado romance antes de llegar a Toronto. En realidad se conocieron en el zoo de Toledo –en el Toledo de Ohio, no en el de España-.
Esperemos que cuando hayan cumplido con su destino de héroes que salvan especies puedan volver a estar juntos y seguir con su apasionado romance.
No es la primera vez que vemos pingüinos macho mostrando su amor gay por los zoológicos del mundo haciendo famosos sus romances y sus intentos de procrear –robando huevos-.
Publicado en: ambienteg.com / 9 de noviembre de 2011
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