Axl Rose, irreconocible sobre el escenario
Aunque parezca increíble, bajo ese gran abrigo amarillo, sombrero de cowboy y gafas de sol se esconde el que fuera en los noventa uno de los grandes ídolos del rock and roll de todos los tiempos. A los 49 años, el líder de los Guns N'Roses dista mucho de ser aquel joven de torso desnudo que forraba las carpetas de las adolescentes. ¿Qué ha pasado con él?
Las alarmas saltaron ya en 2010. La figura del rockero empezaba a expandirse de un modo alarmante y los seguidores del grupo no dejaban de hacerse eco del sobrepeso de Rose. Sin embargo, lejos de ponerse en forma, ha seguido ganando kilos.
Parece que los días en los que era un auténtico sex symbol para las más jovencitas se han terminado para Axl Rose, a juzgar por las imágenes que han trascendido de su último concierto en Brasil. Así de irreconocible lo vimos en el escenario principal del festival Rock In Rio, donde, parece ser que por vergüenza, cubrió su cuerpo con un largo abrigo amarillo.
"Ahora me concentro en mi voz y no me dedico a correr de un lado a otro del escenario", dijo al respetable. Damos fe de ello, aunque quizá debería replantearse lo de sudar la camiseta en los conciertos si no quiere acabar teniendo serios problemas de salud.
Aunque parezca increíble, bajo ese gran abrigo amarillo, sombrero de cowboy y gafas de sol se esconde el que fuera en los noventa uno de los grandes ídolos del rock and roll de todos los tiempos. A los 49 años, el líder de los Guns N'Roses dista mucho de ser aquel joven de torso desnudo que forraba las carpetas de las adolescentes. ¿Qué ha pasado con él?
Las alarmas saltaron ya en 2010. La figura del rockero empezaba a expandirse de un modo alarmante y los seguidores del grupo no dejaban de hacerse eco del sobrepeso de Rose. Sin embargo, lejos de ponerse en forma, ha seguido ganando kilos.
Parece que los días en los que era un auténtico sex symbol para las más jovencitas se han terminado para Axl Rose, a juzgar por las imágenes que han trascendido de su último concierto en Brasil. Así de irreconocible lo vimos en el escenario principal del festival Rock In Rio, donde, parece ser que por vergüenza, cubrió su cuerpo con un largo abrigo amarillo.
"Ahora me concentro en mi voz y no me dedico a correr de un lado a otro del escenario", dijo al respetable. Damos fe de ello, aunque quizá debería replantearse lo de sudar la camiseta en los conciertos si no quiere acabar teniendo serios problemas de salud.
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