La cantante Madonna (centro), junto su hija Lourdes (izquierda) y la cantante Kelly Osbourne, imagen de su línea de ropa y cosméticos Material Girl, en la presentación de la firma a finales de junio en Nueva York.
Chica (material) para todo
Madonna prepara nuevo disco, lanza una línea de ropa y estrena película
Aunque muchos lo hayan olvidado, Madonna, antes, se dedicaba a cantar. Ahora regresa al estudio de grabación para preparar un disco para finales de año. Pero la música ya no es su única labor, o no la más importante. El año 2011 será ajetreado para la cantante de Detroit, dado que The Weinstein Company ha anunciado que comercializará W.E., su segunda película como directora. Es una sorpresa que una distribuidora de tal renombre haya aceptado hacer negocios con alguien con tantos fracasos en el cine.
Y es todavía más inesperado que estrene el filme en diciembre, en plena carrera por los Oscar. A finales de año, en los innumerables pases que serán antesala de los premios, Madonna rivalizará con el esperado biopic de Margaret Thatcher protagonizado por Meryl Streep y con su exmarido, el actor Sean Penn, que promocionará This must be the place, dirigida por Paolo Sorrentino. Es un listón alto. Las pasadas incursiones de la ambición rubia en el cine han sido, salvo escasas excepciones, estrepitosas calamidades.
Su nueva película, que ya está terminada, se titula W.E. por las iniciales de la estadounidense divorciada Wallis Simpson y su marido, el rey Eduardo VIII, que abdicó en su hermano Jorge VI para casarse. La película El discurso del rey, sobre la vida del monarca, ha logrado cuatro oscars este año.
"Madonna une, de forma hermosa, presente y pasado en W.E. Es un largometraje inteligente y un impresionante debut como directora", ha dicho el distribuidor Harvey Weinstein. Se equivoca: será su segunda película como directora, después de Filth and Wisdom, de 2008. Entonces la propia Madonna se comparó nada menos que con Luchino Visconti, Pier Paolo Pasolini y Jean-Luc Godard. Fue un completo fracaso de público. A la crítica la dejó fría.
A pesar de haber regresado a Nueva York tras su divorcio del cineasta británico Guy Ritchie, Madonna sigue sin ser muy apreciada en su país natal desde que se aventuró en los pantanosos terrenos de la política al criticar la guerra de Irak en 2003. Desde entonces ni uno solo de sus singles ha llegado al número uno.
Resignada, parece, se ha dedicado a otras cosas. La filantropía no le ha salido muy bien. La única tarea de su ONG, Raising Malawi, era construir una escuela para huérfanos en aquel país. Tras cinco años de planes y recaudación de fondos, el proyecto se abandonó en enero. Luego el FBI llamó a la puerta de otra organización con la que colaboraba, Success for Kids, vinculada a la Cábala, una oscura fe de afiliación judía.
Entre la religión, el altruismo, el cine y la falta de proyectos musicales [su último disco de estudio, de abril de 2008, apenas vendió medio millón de copias en EE UU] Madonna busca mantener los ingresos. La solución es una línea de ropa y cosméticos en los grandes almacenes Macy's. Es curioso que decidiera darle el nombre de Material Girl, canción de la que ha renegado en decenas de ocasiones porque la pintaba como una cantante superficial. Debe de haber pensado que no es para tanto, después del apelativo que le ha dedicado el cantante Morrisey en una entrevista con la revista Billboard: McDonna.
DAVID ALANDETE - Washington - 01/08/2011
Chica (material) para todo
Madonna prepara nuevo disco, lanza una línea de ropa y estrena película
Aunque muchos lo hayan olvidado, Madonna, antes, se dedicaba a cantar. Ahora regresa al estudio de grabación para preparar un disco para finales de año. Pero la música ya no es su única labor, o no la más importante. El año 2011 será ajetreado para la cantante de Detroit, dado que The Weinstein Company ha anunciado que comercializará W.E., su segunda película como directora. Es una sorpresa que una distribuidora de tal renombre haya aceptado hacer negocios con alguien con tantos fracasos en el cine.
Y es todavía más inesperado que estrene el filme en diciembre, en plena carrera por los Oscar. A finales de año, en los innumerables pases que serán antesala de los premios, Madonna rivalizará con el esperado biopic de Margaret Thatcher protagonizado por Meryl Streep y con su exmarido, el actor Sean Penn, que promocionará This must be the place, dirigida por Paolo Sorrentino. Es un listón alto. Las pasadas incursiones de la ambición rubia en el cine han sido, salvo escasas excepciones, estrepitosas calamidades.
Su nueva película, que ya está terminada, se titula W.E. por las iniciales de la estadounidense divorciada Wallis Simpson y su marido, el rey Eduardo VIII, que abdicó en su hermano Jorge VI para casarse. La película El discurso del rey, sobre la vida del monarca, ha logrado cuatro oscars este año.
"Madonna une, de forma hermosa, presente y pasado en W.E. Es un largometraje inteligente y un impresionante debut como directora", ha dicho el distribuidor Harvey Weinstein. Se equivoca: será su segunda película como directora, después de Filth and Wisdom, de 2008. Entonces la propia Madonna se comparó nada menos que con Luchino Visconti, Pier Paolo Pasolini y Jean-Luc Godard. Fue un completo fracaso de público. A la crítica la dejó fría.
A pesar de haber regresado a Nueva York tras su divorcio del cineasta británico Guy Ritchie, Madonna sigue sin ser muy apreciada en su país natal desde que se aventuró en los pantanosos terrenos de la política al criticar la guerra de Irak en 2003. Desde entonces ni uno solo de sus singles ha llegado al número uno.
Resignada, parece, se ha dedicado a otras cosas. La filantropía no le ha salido muy bien. La única tarea de su ONG, Raising Malawi, era construir una escuela para huérfanos en aquel país. Tras cinco años de planes y recaudación de fondos, el proyecto se abandonó en enero. Luego el FBI llamó a la puerta de otra organización con la que colaboraba, Success for Kids, vinculada a la Cábala, una oscura fe de afiliación judía.
Entre la religión, el altruismo, el cine y la falta de proyectos musicales [su último disco de estudio, de abril de 2008, apenas vendió medio millón de copias en EE UU] Madonna busca mantener los ingresos. La solución es una línea de ropa y cosméticos en los grandes almacenes Macy's. Es curioso que decidiera darle el nombre de Material Girl, canción de la que ha renegado en decenas de ocasiones porque la pintaba como una cantante superficial. Debe de haber pensado que no es para tanto, después del apelativo que le ha dedicado el cantante Morrisey en una entrevista con la revista Billboard: McDonna.
DAVID ALANDETE - Washington - 01/08/2011
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