Madonna, en la primera gala de los premios de la MTV.
Y la telerrealidad mató a la cadena de videoclips
MTV cumple 30 años inmersa en una mutación de sus contenidos musicales hacia 'reality shows' para adolescentes
"Señoras y señores, esto es rock and roll". Con esas palabras, pronunciadas sobre imágenes del lanzamiento del Apollo 11, a medianoche del 1 de agosto de 1981, nacía MTV, la primera cadena de televisión dedicada íntegramente a la difusión de vídeos musicales. El primero en emitirse fue Video killed the radio star [en inglés, El vídeo mató a la estrella de la radio] de los Buggles. Aquel fue un pequeño paso para la televisión y una revolución para la industria musical. Sin embargo, ya es época pasada. La MTV cumple sus primeras tres décadas sumida en una fuerte crisis de identidad, a medio camino entre los programas de cotilleo y la telerrealidad, con la emisión de vídeos musicales relegada a las altas horas de la madrugada.
En su infancia, la programación de MTV constaba de 250 vídeos que se emitían ininterrumpidamente una y otra vez. Su lanzamiento le costó a Warner solo 30 millones de dólares de la época. Arrancó con 2,5 millones de suscriptores. En tres años alcanzaría los 13 millones. Fueron tres años de música principalmente blanca. Había alguna ocasional excepción negra, como Tina Turner. Pero la cadena no ofreció en sus ondas una presencia central a ningún artista negro hasta 1983.
Fue aquel el año en que Michael Jackson editó Billie Jean. En principio, y según numerosos libros sobre la historia de MTV, los directivos de la cadena dudaron sobre si emitir el vídeo. Algunos pensaban que no iba con la audiencia de la cadena. El director de Columbia Records, Walter Yetnikoff, entró en cólera. Amenazó con retirar a todos sus cantantes de MTV si no se le daba un espacio decente a Jackson. Al final, lograría ocho emisiones diarias, el origen de un camino en que se convertiría en uno de los principales reclamos de MTV.
Según recordaría el director de aquel vídeo, Steve Barron, en el libro MTV ruled the world, de Greg Prato, "fue una gran ironía que luego Michael Jackson se convirtiera en la gran fuerza que tiró de MTV durante años". El caso es que solo a partir de él, y de Prince, los cantantes afroamericanos tuvieron una pujante presencia. Jackson convirtió el videoclip en un fin artístico en sí mismo.
Y si él fue el rey de MTV, Madonna fue su reina. Según recordaría Bob Pittman, fundador de la cadena: "A ambos hay que darles reconocimiento. Fueron los primeros artistas que de verdad entendieron lo que ese cambio significaba y que un artista que cantara en público debía ser distinto. Necesitaban montar un espectáculo, con un baile, una fachada, una apariencia, además de la música. Ellos dos definieron lo que es una estrella musical". En 1984, Pittman decidió inaugurar una gala de premios musicales, a la moda de los Oscar. Así nacieron los Music Video Awards [VMA, por sus siglas en inglés], que popularizaron la actuación en directo coreografiada.
La primera en aparecer en los VMA fue Madonna, vestida de novia posmoderna, cantando Like a virgin. Encaramada a un gran pastel de boda, gateó, gimió y mostró el liguero. El escándalo eclipsó a la pobre técnica vocal. El disco vendió 10 millones de copias. Desde entonces, vídeos de adolescentes embarazadas, santos negros que cobran vida, cruces en llamas y mujeres travestidas convertirían a MTV en una cadena, también, para el escándalo.
En los noventa, cuando el formato del vídeo se hacía más sofisticado y a la vez más ubicuo, y con la presión de la competencia, MTV comenzó a programar ficción, con dibujos animados de temática adulta. El más célebre fue Beavis and Butthead. Luego llegaron los programas de debate humorístico y la telerrealidad, que acabarían por ocupar casi toda la programación con éxitos como el delirante seguimiento de la vida de la familia de Ozzy Osbourne o The Simple Life (que dio fama a Paris Hilton). En la era de YouTube, MTV solo emite tres horas de vídeos musicales a diario. Hecho que afeó Justin Timberlake en una gala de la cadena en 2007: "¡Dejaos de telerrealidad, emitid más música!".
Y la telerrealidad mató a la cadena de videoclips
MTV cumple 30 años inmersa en una mutación de sus contenidos musicales hacia 'reality shows' para adolescentes
"Señoras y señores, esto es rock and roll". Con esas palabras, pronunciadas sobre imágenes del lanzamiento del Apollo 11, a medianoche del 1 de agosto de 1981, nacía MTV, la primera cadena de televisión dedicada íntegramente a la difusión de vídeos musicales. El primero en emitirse fue Video killed the radio star [en inglés, El vídeo mató a la estrella de la radio] de los Buggles. Aquel fue un pequeño paso para la televisión y una revolución para la industria musical. Sin embargo, ya es época pasada. La MTV cumple sus primeras tres décadas sumida en una fuerte crisis de identidad, a medio camino entre los programas de cotilleo y la telerrealidad, con la emisión de vídeos musicales relegada a las altas horas de la madrugada.
En su infancia, la programación de MTV constaba de 250 vídeos que se emitían ininterrumpidamente una y otra vez. Su lanzamiento le costó a Warner solo 30 millones de dólares de la época. Arrancó con 2,5 millones de suscriptores. En tres años alcanzaría los 13 millones. Fueron tres años de música principalmente blanca. Había alguna ocasional excepción negra, como Tina Turner. Pero la cadena no ofreció en sus ondas una presencia central a ningún artista negro hasta 1983.
Fue aquel el año en que Michael Jackson editó Billie Jean. En principio, y según numerosos libros sobre la historia de MTV, los directivos de la cadena dudaron sobre si emitir el vídeo. Algunos pensaban que no iba con la audiencia de la cadena. El director de Columbia Records, Walter Yetnikoff, entró en cólera. Amenazó con retirar a todos sus cantantes de MTV si no se le daba un espacio decente a Jackson. Al final, lograría ocho emisiones diarias, el origen de un camino en que se convertiría en uno de los principales reclamos de MTV.
Según recordaría el director de aquel vídeo, Steve Barron, en el libro MTV ruled the world, de Greg Prato, "fue una gran ironía que luego Michael Jackson se convirtiera en la gran fuerza que tiró de MTV durante años". El caso es que solo a partir de él, y de Prince, los cantantes afroamericanos tuvieron una pujante presencia. Jackson convirtió el videoclip en un fin artístico en sí mismo.
Y si él fue el rey de MTV, Madonna fue su reina. Según recordaría Bob Pittman, fundador de la cadena: "A ambos hay que darles reconocimiento. Fueron los primeros artistas que de verdad entendieron lo que ese cambio significaba y que un artista que cantara en público debía ser distinto. Necesitaban montar un espectáculo, con un baile, una fachada, una apariencia, además de la música. Ellos dos definieron lo que es una estrella musical". En 1984, Pittman decidió inaugurar una gala de premios musicales, a la moda de los Oscar. Así nacieron los Music Video Awards [VMA, por sus siglas en inglés], que popularizaron la actuación en directo coreografiada.
La primera en aparecer en los VMA fue Madonna, vestida de novia posmoderna, cantando Like a virgin. Encaramada a un gran pastel de boda, gateó, gimió y mostró el liguero. El escándalo eclipsó a la pobre técnica vocal. El disco vendió 10 millones de copias. Desde entonces, vídeos de adolescentes embarazadas, santos negros que cobran vida, cruces en llamas y mujeres travestidas convertirían a MTV en una cadena, también, para el escándalo.
En los noventa, cuando el formato del vídeo se hacía más sofisticado y a la vez más ubicuo, y con la presión de la competencia, MTV comenzó a programar ficción, con dibujos animados de temática adulta. El más célebre fue Beavis and Butthead. Luego llegaron los programas de debate humorístico y la telerrealidad, que acabarían por ocupar casi toda la programación con éxitos como el delirante seguimiento de la vida de la familia de Ozzy Osbourne o The Simple Life (que dio fama a Paris Hilton). En la era de YouTube, MTV solo emite tres horas de vídeos musicales a diario. Hecho que afeó Justin Timberlake en una gala de la cadena en 2007: "¡Dejaos de telerrealidad, emitid más música!".
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