Harry Potter dice adios entre lágrimas
Más de 7.000 fans invitados se despiden con gritos y lágrimas de una de las sagas cinematográficas más aclamada de la historia
Finalmente Harry Potter venció a las fuerzas del mal. Por primera vez la premiere de esta mágica saga que ahora concluye con el estreno de Harry Potter y las reliquias de la muerte Parte 2, transcurrió sin la omnipresente lluvia que durante una década pasó por agua una celebración millonaria. Un estreno mundial que hizo historia con la alfombra roja más larga jamás extendida en la capital británica y que flanquearon unos 7.000 fans invitados y se calcula que al menos 3.000 más no invitados.
Pero la ausencia de lluvia no evitó los rostros húmedos de estrellas y aficionados, todos ellos llevados por la emoción del adiós. Mientras Emma Watson, Hermione Granger para sus seguidores, se secaba las lágrimas en su vestido de gasa de Oscar de la Renta sin importarle los más de 10.000 euros que había costado, a una de sus seguidoras se le corría con el llanto el tatuaje que había improvisado en su mejilla con un rotulador y que rezaba "gracias por acompañarme durante mi juventud". "No se trata de un adiós porque llevaremos Hogwarts en nuestro corazón por el resto de nuestro días", intentó consolar un Daniel Radcliffe, el niño que creció siendo Harry Potter, con los ojos rojos de emoción.Las lágrimas también pudieron con la mirada adulta de la escritora J.K.Rowling que no dejó de abrazar en todo momento al trío de actores que "hicieron lo increíble por mis personajes preferidos", incluyendo en así en sus halagos al pelirrojo de Rupert Grint, el Ron Weasley de la película.
Emma Watson, Rupert Grint y Daniel Radcliffe en la presentación del elenco que participaría en las películas de Harry Potter el 23 de agosto del 2000.
Entre gritos y lágrimas
Los gritos del público de "gracias, gracias, gracias" entonados a coro entre los fans acampados en la plaza de Trafalgar desde el lunes con tal de participar en este momento pusieron finalmente el kleenex en manos de la autora y hasta, por un instante, avivaron el deseo de escribir la continuación de una saga que ahora concluye. "Era una broma", aclaró rápidamente.
Desde la publicación en 1997 de Harry Potter y la piedra filosofal, las aventuras de este joven mago destinado desde la cuna a derrotar al terrible Voldemort han vendido más de 450 millones de ejemplares en todo el mundo de los siete volúmenes publicados y más de 6.370 millones de dólares en entradas hasta la fecha. Una cifra que aumentará con creces gracias al estreno de esta última entrega, la primera y única en 3D.
Si las cuatro proyecciones simultáneas del filme en el corazón de Londres así como otra docena de cines en el resto del mundo donde se exhibió la cinta sirven de ejemplo, Harry Potter y las reliquias de la muerte Parte 2 está destinada a la gloria, un pase puntuado con aplausos, lágrimas y risas de complicidad ante la llegada de ese esperado beso entre Ron y Hermione.
Un éxito para el que los estudios Warner, productores de la cinta, no han escatimado en gastos dedicando más de seis meses en la organización de una premiere que tuvo a sus estrellas más de tres horas en contacto con sus fans. La alfombra roja se convirtió durante ese tiempo en un quién es quién en el cine británico actual, y junto a los tres jóvenes protagonistas por allí pasaron Ralph Fiennes o Helena Bonham Carter, Jim Broadbent, Mike Newell o Robbie Coltrane, Alan Rickman, Michael Gambon, Jason Isaacs o David Thewlis, todos ellos parte de esta saga.
También estuvo la española Natalia Tena, quien se encargó de quitar la pena a Emma Watson y al resto de los invitados a una restringida última fiesta de despedida en Old Billingsgate. Allí los 3.000 elegidos para celebrar la gloria de Potter bailaron al ritmo del grupo Molotov Jukebox que lidera Tena y donde Watson fue la primera en saltar a la pista de baile, ahora en un traje de gasa y perlas blanco algo más cómodo. El que se tuvo que marchar fue Radcliffe, de regreso a Nueva York para continuar su trabajo en Broadway tras apenas 24 horas en la capital británica para este último adiós.
Libros quedaron por firmar, algo inevitable dado que las cabezas, los brazos estirados o los gritos salían de todos lados, a veces incluso asomándose como fuera posible por debajo de las verjas de metal que intentaban contener al público. Pero si alguien se fue de la premiere sin una firma, una foto o incluso un abrazo de sus héroes no fue por no intentarlo porque nadie firmó tan rápido ni con tanto fervor como los protagonistas de esta aventura. Pero cómo le dijo una seguidora a Radcliffe, "nos vemos en terapia". "Estos han sido los mejores años de mi vida", rubricó una vez más una emocionada Watson que acaba de cumplir los 21. Los allí congregados hasta pasada la medianoche no pudieron más que darle la razón.
ROCÍO AYUSO - EL PAÍS.com - Londres - 08/07/2011
Más de 7.000 fans invitados se despiden con gritos y lágrimas de una de las sagas cinematográficas más aclamada de la historia
Finalmente Harry Potter venció a las fuerzas del mal. Por primera vez la premiere de esta mágica saga que ahora concluye con el estreno de Harry Potter y las reliquias de la muerte Parte 2, transcurrió sin la omnipresente lluvia que durante una década pasó por agua una celebración millonaria. Un estreno mundial que hizo historia con la alfombra roja más larga jamás extendida en la capital británica y que flanquearon unos 7.000 fans invitados y se calcula que al menos 3.000 más no invitados.
Pero la ausencia de lluvia no evitó los rostros húmedos de estrellas y aficionados, todos ellos llevados por la emoción del adiós. Mientras Emma Watson, Hermione Granger para sus seguidores, se secaba las lágrimas en su vestido de gasa de Oscar de la Renta sin importarle los más de 10.000 euros que había costado, a una de sus seguidoras se le corría con el llanto el tatuaje que había improvisado en su mejilla con un rotulador y que rezaba "gracias por acompañarme durante mi juventud". "No se trata de un adiós porque llevaremos Hogwarts en nuestro corazón por el resto de nuestro días", intentó consolar un Daniel Radcliffe, el niño que creció siendo Harry Potter, con los ojos rojos de emoción.Las lágrimas también pudieron con la mirada adulta de la escritora J.K.Rowling que no dejó de abrazar en todo momento al trío de actores que "hicieron lo increíble por mis personajes preferidos", incluyendo en así en sus halagos al pelirrojo de Rupert Grint, el Ron Weasley de la película.
Emma Watson, Rupert Grint y Daniel Radcliffe en la presentación del elenco que participaría en las películas de Harry Potter el 23 de agosto del 2000.
Entre gritos y lágrimas
Los gritos del público de "gracias, gracias, gracias" entonados a coro entre los fans acampados en la plaza de Trafalgar desde el lunes con tal de participar en este momento pusieron finalmente el kleenex en manos de la autora y hasta, por un instante, avivaron el deseo de escribir la continuación de una saga que ahora concluye. "Era una broma", aclaró rápidamente.
Desde la publicación en 1997 de Harry Potter y la piedra filosofal, las aventuras de este joven mago destinado desde la cuna a derrotar al terrible Voldemort han vendido más de 450 millones de ejemplares en todo el mundo de los siete volúmenes publicados y más de 6.370 millones de dólares en entradas hasta la fecha. Una cifra que aumentará con creces gracias al estreno de esta última entrega, la primera y única en 3D.
Si las cuatro proyecciones simultáneas del filme en el corazón de Londres así como otra docena de cines en el resto del mundo donde se exhibió la cinta sirven de ejemplo, Harry Potter y las reliquias de la muerte Parte 2 está destinada a la gloria, un pase puntuado con aplausos, lágrimas y risas de complicidad ante la llegada de ese esperado beso entre Ron y Hermione.
Un éxito para el que los estudios Warner, productores de la cinta, no han escatimado en gastos dedicando más de seis meses en la organización de una premiere que tuvo a sus estrellas más de tres horas en contacto con sus fans. La alfombra roja se convirtió durante ese tiempo en un quién es quién en el cine británico actual, y junto a los tres jóvenes protagonistas por allí pasaron Ralph Fiennes o Helena Bonham Carter, Jim Broadbent, Mike Newell o Robbie Coltrane, Alan Rickman, Michael Gambon, Jason Isaacs o David Thewlis, todos ellos parte de esta saga.
También estuvo la española Natalia Tena, quien se encargó de quitar la pena a Emma Watson y al resto de los invitados a una restringida última fiesta de despedida en Old Billingsgate. Allí los 3.000 elegidos para celebrar la gloria de Potter bailaron al ritmo del grupo Molotov Jukebox que lidera Tena y donde Watson fue la primera en saltar a la pista de baile, ahora en un traje de gasa y perlas blanco algo más cómodo. El que se tuvo que marchar fue Radcliffe, de regreso a Nueva York para continuar su trabajo en Broadway tras apenas 24 horas en la capital británica para este último adiós.
Libros quedaron por firmar, algo inevitable dado que las cabezas, los brazos estirados o los gritos salían de todos lados, a veces incluso asomándose como fuera posible por debajo de las verjas de metal que intentaban contener al público. Pero si alguien se fue de la premiere sin una firma, una foto o incluso un abrazo de sus héroes no fue por no intentarlo porque nadie firmó tan rápido ni con tanto fervor como los protagonistas de esta aventura. Pero cómo le dijo una seguidora a Radcliffe, "nos vemos en terapia". "Estos han sido los mejores años de mi vida", rubricó una vez más una emocionada Watson que acaba de cumplir los 21. Los allí congregados hasta pasada la medianoche no pudieron más que darle la razón.
ROCÍO AYUSO - EL PAÍS.com - Londres - 08/07/2011
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