Después de una larguísima pugna por hacerse con todos sus derechos cinematográficos, y que entre otras cosas se llevó por delante la posibilidad de ver a Schwarzenegger como el Doctor Octopus a las órdenes de James Cameron (quien a buen seguro le hubiera sacado mucho más partido como villano que Joel Schumacher en la nefasta 'Batman & Robin'), hace diez años nos llegó la primera y exitosa incursión en la gran pantalla de uno de los personajes más emblemáticos del mundo del cómic creados por, ¿quién si no?, Stan Lee. Y justo pasados esos mismos y escasos diez años es cuando nos llega lo que en Hollywood tanto se ha puesto de moda, el 'reboot' de la franquicia, una excusa como otra cualquiera para seguir sacando tajada de un material que se pueda prestar a ello y resulte tan goloso como este. Y aunque esta nueva versión puede que no sea tan "amazing" como para merecerse del todo dicho título, sí consigue ser tan buena como para que, primero, dejemos cualquier posible y molesto prejuicio para otra ocasión más propicia, que las habrá, y segundo, sea todo un placer volver a ver a nuestro amigo y vecino Spidey en acción.
En los últimos años son muchos los considerados superhéroes que con recursos a su disposición -nada ver con 'El Capitán América' o 'Los 4 Fantásticos' de principios de los noventa...- han dado el salto del papel al celuloide. Y todos ellos, hayan tenido mejor o peor suerte con los responsables que les han tocado, han comenzado su historia por donde se ha de comenzar toda historia, por el principio y presentándose tanto a los fervientes seguidores como a los profanos en la materia. Salvo posibles excepciones, si es que hay alguna, la dinámica siempre viene a ser la misma detalles al margen, la de un héroe a su pesar al que las circunstancias le sitúan como el único capaz de hacer frente a una amenaza en concreto. Y este Spider-Man, por mucho que sea muy consciente de la existencia del otro Spider-Man, tampoco es ninguna excepción a la regla como tampoco lo fue en su momento 'Batman Begins', otro hábil 'reboot' al que le separaban tan sólo 16 años de otro Batman, el de Tim Burton, un referente que si bien se puede usar no es para nada indispensable. Empecemos de cero, incluso a la hora de componer una nueva banda sonora que no tiene por qué hacer referencia a un tema central tan característico como el de Superman, una de las asignaturas pendientes de muchas producciones modernas.
El principal argumento de 'Batman Begins' y 'The Amazing Spider-Man' es la inteligencia de saberse que no son las únicas, ser conscientes de la existencia de un referente previo, claro, evidente, respetado y muy asentado en el ideario colectivo al que tener presente, si, pero al que tampoco se le tiene por qué tener miedo ni rendir mayor tributo. Ese distanciamiento premeditado para poder ofrecer un discurso narrativo propio es el principal punto en común y a favor de ambas producciones si bien, a partir de ahí y como películas, las comparaciones son más bien irrelevantes; es más, se podría decir que he utilizado el nombre de la excelente franquicia ideada por Christopher Nolan sólo para llamar la atención sobre el que sin duda es el mayor logro de este nuevo Spider-Man, conseguir que durante su visionado nos olvidemos por completo de la existencia de otra versión además muy reciente, nos dejemos llevar por su propuesta y disfrutemos en la medida que cabe disfrutar de ella como "si fuera la primera vez", el más poderoso y peligroso enemigo al que debía vencer el hombre arácnido en su vuelta a la gran pantalla, y una sensación a la que por cierto ayuda mucho la elección de un villano inédito en la misma (aunque carezca del encanto de otros y su condición de personaje CGI le reste efectividad... que no de la capacidad para poner con sus garras en serios aprietos al protagonista).
A partir de ahí, la buena noticia, al menos para todo aquel al que la versión de Sam Raimi se le pudiera atragantar (a mí no, fan del director desde 'Evil Dead'), es que 'The Amazing Spider-Man' ni es ni pretende ser un remake del 'Spider-Man' de 2002, si bien como resulta evidente hay una serie de elementos y hechos que de una forma u otra están presentes al compartir un mismo personaje protagonista. Parecido, pero distinto. Aunque, lo dicho, no se trata de comparar una con otra si bien habrá quien se pueda divertir jugando a las siete diferencias -empezando por una redacción del Daily Bugle eliminada de la ecuación-, como también habrá quien prefiera a Sean Connery como James Bond, a Michael Keaton como Bruce Wayne o a Ian McKellen como Magneto. ¿Acaso tomar partido provoca que los trabajos de Daniel Craig, Christian Bale o Michael Fassbender con los mismos personajes sean, no sé, "desechables"? Cada uno a su película, y de la misma manera que en su momento Tobey Maguire pudo dar el pego como el Peter Parker de Sam Raimi ahora es Andrew Garfield quien, con un poco más de talento y de carisma, eso sí, hace lo propio como el Peter Parker de Marc Webb. Dos versiones tan distintas y parecidas como válidas y compatibles, siendo esta última un acercamiento algo más realista, dramático y humano, más no por ello carente de su ración de acción, efectos CGI o ese bendito sentido del humor tan oportuno. Ifans cumple como cumplía Dafoe, aunque no sea mucho más que un esparrin, y Stone es tan mona de florero como lo era Dunst.
Con 'The Amazing Spider-Man' se ratifica que aún se puede tener fé en las artimañas hollywoodienses, que aún hay quien pone su materia gris al servicio del dólar en pos de ofrecer un precio justo que merezca la pena pagar. Sí, la cinta nace con la evidente vocación de ser el buen blockbuster que finalmente es, una cinta obligada a ser entretenida y de fácil digestión que se encamina desde el principio hacia un tercio final en el que los efectos especiales asuman el protagonismo. Pero de la misma manera que el año pasado sucediera con 'El origen del planeta de los simios', otra película que también jugaba con cartas marcadas, eso no está reñido con tomarse su tiempo y alguna que otra molestia para que su despliegue visual adquiera sentido, un aspecto técnico por otro lado que para nada resulta apabullante y que se intercala en la historia a través de unas escenas de acción muy dosificadas. Ver a Spider-Man columpiarse entre los rascacielos de Nueva York sigue resultando visualmente una gozada (o la envidia de cualquiera que no sufra de vértigo), más aún si cabe gracias al evidente avance de los efectos especiales y un 3D en esta ocasión si reseñable, pero sí resulta emocionante lo es porque más por la historia de un joven jugando a ser un superhéroe que porque los efectos especiales "molen" (atención al inevitable momento, hablamos de Spider-Man, en el que "Nueva York le echa una mano"... o en el que aparece, una vez más, quien tampoco podía faltar en ésta).
¿Un gran poder conlleva una gran responsabilidad? Ahora es un "si alguien puede hacer algo bueno por los demás está moralmente obligado a hacerlo", y que por suerte también se han aplicado sus responsables. Si acaso, dentro de que 'The Amazing Spider-Man' es más o menos lo que cabía desear en el buen sentido, al mismo tiempo podríamos echarle en cara lo mismo que a muchas de las producciones de la propia Marvel, cierta frialdad encorsetada en donde se ha apostado más por la seguridad de no desagradar que por el riesgo de apasionar, posiblemente la principal diferencia respecto a 'Batman', y la seguridad de Nolan en sí mismo, o a 'Los Vengadores', y la pasión de Joss Wheddon por los personajes. No obstante el resultado, concentrado en 135 minutos muy trabajados en montaje que es lo importante, es tan merecedor de un aplauso como lo era 'El origen del planeta de los simios', por ejemplo. Y al igual que la Fox con Rupert Wyatt, Sony a acertado al darle las riendas de la dirección a otro "novato" como Marc Webb, quien ante la oportunidad de su vida y falta de currículum se ha esforzado por entregar un producto con el que poder aprovechar dicha oportunidad. Sí, es un producto, y sí, es un blockbuster. Puede que no sea "amazing" del todo, y puede que no sea capaz de causar el mismo revuelto que han causado a su paso 'Los Vengadores' o causará, sin duda, 'El Caballero Oscuro: La leyenda renace'. Pero Peter Parker sólo es uno y no es millonario, tan sólo un joven al que de pronto se le presenta la oportunidad de convertir Nueva York en un bonito patio de recreo. Y así es difícil no dejarse llevar...
Nota: 7.5
Por Juan Pairet Iglesias
Vía El Séptimo Arte - Por wanchope
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