Manifestación a favor de los derechos de los gais en California en 2010.
En 1973 la Academia Americana de Psiquiatría desclasificó la homosexualidad como un trastorno
A día de hoy sólo ocho Estados ofrecen licencias de matrimonio a personas del mismo sexo
De luchar contra la definición de la homosexualidad como un trastorno psiquiátrico a que el presidente de Estados Unidos le apoye en la búsqueda de la igualdad de derechos, el colectivo gay ha logrado notables avances en las pasadas cuatro décadas. Barack Obama se ha convertido en el primer jefe del Ejecutivo norteamericano en apoyar abiertamente el matrimonio homosexual, algo que otros demócratas como Jimmy Carter o Bill Clinton no osaron hacer. Bajo su presidencia se ha revocado la ley que prohibía a gais y lesbianas servir abiertamente en el Ejército y se ha dejado de defender en los tribunales una ley que invalida las uniones entre personas del mismo sexo a nivel federal.
Una enfermedad mental
“Los psiquiatras, en un giro, deciden que la homosexualidad no es una enfermedad mental”. El 15 de diciembre de 1973 el diario The New York Times llevaba a su portada esa noticia, en un discreto espacio a dos columnas. En su interior, explicaba que la Asociación Americana de Psiquiatría había revertido un siglo de política oficial, para eliminar de sus documentos oficiales la clasificación de la homosexualidad como dolencia mental tratable. Eran aún los albores del movimiento de lucha por la igualdad de derechos, que ganó fuelle en las décadas de los 70 y los 80.
“Los psiquiatras, en un giro, deciden que la homosexualidad no es una enfermedad mental”. El 15 de diciembre de 1973 el diario The New York Times llevaba a su portada esa noticia, en un discreto espacio a dos columnas. En su interior, explicaba que la Asociación Americana de Psiquiatría había revertido un siglo de política oficial, para eliminar de sus documentos oficiales la clasificación de la homosexualidad como dolencia mental tratable. Eran aún los albores del movimiento de lucha por la igualdad de derechos, que ganó fuelle en las décadas de los 70 y los 80.
Harvey Milk
El primer político abiertamente gay
El 9 de noviembre de 1977 la ciudad de San Francisco elegía al primer político abiertamente gay de EE UU, Harvey Milk, que logró una plaza como miembro de la Junta de Supervisores. Recibió 5.922 votos y venció a otros 17 candidatos. Al saber de su victoria, Milk se comparó con Jackie Robinson, quien en 1947 se convirtió en el primer afroamericano en jugar en la Liga Nacional de Béisbol. “Todos los jóvenes negros del país le consideraron un ejemplo”, dijo. “Él era un símbolo para ellos. Yo soy un símbolo de esperanza para los gais y todas las minorías”. Milk fue asesinado un año después.
Marchas a favor de la igualdad
El 14 de octubre de 1979 50.000 personas marcharon aquí en Washington, capital federal de Estados Unidos, para pedir la protección de los derechos civiles de los homosexuales. Le pedían al Congreso que enmendara la Ley de Derechos Civiles para que esta amparara, además de a las minorías raciales, a las sexuales. Y le imploraban al presidente, el demócrata Jimmy Carter, que firmara un decreto para condenar la discriminación contra los gais en el Ejército y el Gobierno. El evangelista ultraconservador Jerry Falwell lideró una contraprotesta religiosa, en la que pronunció una frase ya célebre en el imaginario colectivo homosexual de Norteamérica: “Dios no creó a Adán y Steve, sino a Adán y Eva”.
El 14 de octubre de 1979 50.000 personas marcharon aquí en Washington, capital federal de Estados Unidos, para pedir la protección de los derechos civiles de los homosexuales. Le pedían al Congreso que enmendara la Ley de Derechos Civiles para que esta amparara, además de a las minorías raciales, a las sexuales. Y le imploraban al presidente, el demócrata Jimmy Carter, que firmara un decreto para condenar la discriminación contra los gais en el Ejército y el Gobierno. El evangelista ultraconservador Jerry Falwell lideró una contraprotesta religiosa, en la que pronunció una frase ya célebre en el imaginario colectivo homosexual de Norteamérica: “Dios no creó a Adán y Steve, sino a Adán y Eva”.
La epidemia de sida y la indolencia de Reagan
Los 80 fueron una década de estigmatización de los gais, en el contexto de la gran epidemia de sida vivida en EE UU y el resto del mundo. Durante mucho tiempo, el presidente Ronald Reagan mantuvo un escrupuloso silencio sobre esa dolencia, lo que provocó que los colectivos de homosexuales se concentraran en numerosas ocasiones a las puertas de la Casa Blanca, en signo de protesta. Durante el Gobierno de Reagan se habló de muchas propuestas, entre ellas el análisis de sangre obligatorio o la cuarentena de personas infectadas. Finalmente, y a regañadientes, el presidente formó una comisión de asesoramiento sobre esa enfermedad en la que incluyó a un homosexual, el genetista neoyorquino Frank Lilly.
Los 80 fueron una década de estigmatización de los gais, en el contexto de la gran epidemia de sida vivida en EE UU y el resto del mundo. Durante mucho tiempo, el presidente Ronald Reagan mantuvo un escrupuloso silencio sobre esa dolencia, lo que provocó que los colectivos de homosexuales se concentraran en numerosas ocasiones a las puertas de la Casa Blanca, en signo de protesta. Durante el Gobierno de Reagan se habló de muchas propuestas, entre ellas el análisis de sangre obligatorio o la cuarentena de personas infectadas. Finalmente, y a regañadientes, el presidente formó una comisión de asesoramiento sobre esa enfermedad en la que incluyó a un homosexual, el genetista neoyorquino Frank Lilly.
El teniente gay Daniel Choi se encadena a la reja de la Casa Blanca en 2010 para protestar por las expulsiones del Ejército
Expulsados del Ejército
Durante el mandato de Reagan, en 1982, el Pentágono aprobó una normativa interna en la que se afirmaba: “La homosexualidad es incompatible con el servicio militar. La presencia en los rangos militares de las personas de conducta homosexual o que, por sus declaraciones demuestran una propensión a participar en una conducta homosexual, afecta gravemente el cumplimiento de la misión militar.” Durante más de una década, a los gais se les expulsó del Ejército sin contemplaciones.
Bill Clinton, en 1993, impulsó la aprobación de una ley que cambió levemente la situación de los gais en las fuerzas armadas. Denominada Don’t ask, don’t tell (No preguntes, no lo cuentes), esa norma prohibía a gais y lesbianas entrar en el Ejército si no escondían su sexualidad. El Pentágono expulsó a 13.000 soldados gais y lesbianas hasta que el Congreso la anuló, por iniciativa del Senado, a finales de 2010. Revocar esa ley era una de las propuestas de campaña de Barack Obama, que apoyó a los legisladores que finalmente lo hicieron.
Durante el mandato de Reagan, en 1982, el Pentágono aprobó una normativa interna en la que se afirmaba: “La homosexualidad es incompatible con el servicio militar. La presencia en los rangos militares de las personas de conducta homosexual o que, por sus declaraciones demuestran una propensión a participar en una conducta homosexual, afecta gravemente el cumplimiento de la misión militar.” Durante más de una década, a los gais se les expulsó del Ejército sin contemplaciones.
Bill Clinton, en 1993, impulsó la aprobación de una ley que cambió levemente la situación de los gais en las fuerzas armadas. Denominada Don’t ask, don’t tell (No preguntes, no lo cuentes), esa norma prohibía a gais y lesbianas entrar en el Ejército si no escondían su sexualidad. El Pentágono expulsó a 13.000 soldados gais y lesbianas hasta que el Congreso la anuló, por iniciativa del Senado, a finales de 2010. Revocar esa ley era una de las propuestas de campaña de Barack Obama, que apoyó a los legisladores que finalmente lo hicieron.
Revolución conservadora, prohibición nacional
En 1996, durante su época como presidente de la Cámara de Representantes de EE UU, el republicano Newt Gingrich apoyó la aprobación de una norma conocida como Ley de Defensa del Matrimonio, aún vigente, que ilegaliza los matrimonios gais a nivel federal. Las parejas casadas en cualquiera de los ocho Estados donde se ofician esas uniones, no pueden disfrutar de derechos a nivel nacional, como la concesión de visados, la reunificación familias, el derecho de sucesiones o la declaración de impuestos conjunta. Desde la llegada de Obama a la Casa Blanca, ésta ha dejado de defender la validez de esa ley en los tribunales.
Una de las primeras parejas en casarse en Washington, en 2010. La
capital federal se unió entonces a ocho Estados que ya conceden
licencias de matrimonio a homosexuales.
Avances en ocho Estados y retrocesos en otros
Cuando el líder del Partido Republicano en las elecciones de este año, Mitt Romney, era Gobernador de Massachusetts, en 2003, el Tribunal Supremo de su Estado legalizó los matrimonios gais. A lo largo de nueve años se le unieron siete Estados, por la vía legislativa o judicial: Connecticut, Iowa, Vermont, New Hampshire, Maine, Nueva York y Maryland. También se les unió el Distrito de Columbia, capital federal. En California lo aprobó el Supremo en 2008, pero lo anularon los votantes en las urnas. Hay muchos Estados más, 30, que han ilegalizado las uniones homosexuales con enmiendas constitucionales.
La ilegalización de la sodomía
A pesar de los avances en muchos otros campos, fue tarde, en 2003, cuando el Tribunal Supremo invalidó las leyes que prohibían la sodomía en 14 Estados norteamericanos. El detonante fue el arresto, en 1998 en Tejas, de John Geddes Lawrence y Tyron Garner, por mantener relaciones sexuales en la vivienda del primero. Eran aquellos los años de la presidencia de George W. Bush, un presidente que apoyó en reiteradas ocasiones propuestas legislativas para añadir una enmienda a la Constitución que hubiera definido los matrimonios como uniones exclusivamente heterosexuales. Todas esas intentonas quedaron frustradas por carecer de suficientes apoyos en el Capitolio.
EL PAÍS.com - David Alandete - Washington - 10 MAY 2012
A pesar de los avances en muchos otros campos, fue tarde, en 2003, cuando el Tribunal Supremo invalidó las leyes que prohibían la sodomía en 14 Estados norteamericanos. El detonante fue el arresto, en 1998 en Tejas, de John Geddes Lawrence y Tyron Garner, por mantener relaciones sexuales en la vivienda del primero. Eran aquellos los años de la presidencia de George W. Bush, un presidente que apoyó en reiteradas ocasiones propuestas legislativas para añadir una enmienda a la Constitución que hubiera definido los matrimonios como uniones exclusivamente heterosexuales. Todas esas intentonas quedaron frustradas por carecer de suficientes apoyos en el Capitolio.
EL PAÍS.com - David Alandete - Washington - 10 MAY 2012
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