Nolan sale de la 'batcueva' con las primeras imágenes de 'The dark knight rises'
El director desvela una secuencia trepidante de un intercambio aéreo de prisioneros entre la milicia y la CIA como anticipo a la tercera entrega de 'Batman'
Aún quedan unos meses hasta el esperado estreno el próximo 20 de julio de The dark knight rises, la tercera y última entrega que el tándem Nolan/Bale piensa hacer de Batman. Pero el realizador, habitualmente reservado y siempre dado a mantener su obra en el mayor de los secretos, ha compartido esta semana con un selecto grupo de prensa de Los Ángeles los primeros siete minutos de metraje de su nueva cinta. Y lo hizo por todo lo alto, como debe de ser, en IMAX, para abrir el apetito con un prólogo épico a la nueva entrega de una trilogía que lleva recaudada más de mil millones de euros en la taquilla mundial.
Como anticipó Christopher Nolan antes de mostrar las imágenes, su deseo es "arrojar al espectador" en uno de esos instantes que "cortan la respiración". Efecto conseguido a juzgar por una secuencia en la que -sin entrar en una detallada descripción como solicitaron los estudios Warner Bross en sus omnipresentes embargos- el espectador se ve inmerso en un intercambio de prisioneros entre una milicia y un agente de la CIA. Ni rastro de Christian Bale en estas escenas, ni como Bruce Wayne ni como Batman. Sólo un científico que a juzgar por los documentos "filtrados" en revistas como Empire y Wire bien puede ser el desaparecido doctor Leonid Pavel y otros tres encapuchados. Un cargamento humano que una vez en el avión empieza a ser interrogado con métodos brutales a manos de la CIA hasta que la situación cambia de manos.
Ahora es Bane, el nuevo malo de la saga, quien tiene la baza ganadora. Un Bane brutal y terrorífico que interpreta Tom Hardy, aunque ni su madre será capaz de reconocerle con la cabeza rapada, todo músculo y la cara cubierta con una extraña máscara de gas, una mezcla entre la dentadura del monstruo de Alien y un objeto de fetichismo sadomasoquista. Una escena trepidante que recuerda la llegada del Joker de Heath Ledger en El caballero oscuro que sólo respira cuando el agente de la CIA (Aidan Gillen) le pregunta a su prisionero si le dolerá que le quite la máscara. "Será muy doloroso... para ti", asegura un Bane cuyas palabras son apenas inteligibles.
Un nuevo némesis
Nolan ha reconocido a EL PAÍS que la elección de un nuevo némesis para Batman tras la muerte de Heath Ledger y con él, Joker, estuvo muy pensada. "Me di cuenta que esta vez necesitaba fijarme más en los atributos físicos de su adversario, que necesitaba una increíble presencia de tamaño monstruoso", describió de un Bane que en su opinión cumple todos los requisitos ya que tiene "una tremenda fuerza física además de una mente igual de increíblemente brutal". Un papel que puso en las manos de Hardy tras trabajar con él en Incepction y apreciar allí su talento. "Dado que es alguien del que no veremos los gestos de su cara necesitaba a un actor capaz de comunicar con cada uno de sus movimientos", añadió.
El prólogo también incluye unas escenas aéreas que Nolan confesó eran "más reales" de lo que muchos quieren creer y que incluyen el secuestro del avión de la CIA con otro avión de cargo desde el que la milicia dispara arpones para atrapar su preciada carga. Nolan no quiso entrar en detalles sobre la trama, que transcurre ocho años después del final de la segunda entrega, aunque aseguró que se decidió a lanzarse con Bale a esta tercera parte cuando encontró el final adecuado. Como reza el póster de The Dark Knight Rises, "la leyenda se acaba aquí". Al menos así lo repiten Nolan y Bale en numerosas ocasiones, aunque el realizador dejó la puerta abierta a una posible continuación de esta franquicia quizá como productor: "Eso dependerá de las circunstancias pero como director y guionista aquí concluye mi trabajo".
A tres semanas de que termine el rodaje, Nolan está volcado en el montaje de un filme del que rodó más de 50 minutos con cámaras de IMAX. Del mismo modo que el realizador nunca se mostró amante del 3D y rechazó todos los intentos de los estudios Warner para que esta tercera entrega fuera estereoscópica -"quise ser fiel a las otras dos", dijo educadamente- la proyección de este avance, que estará disponible para el público en una semana sólo en los pases en IMAX de Mission: Imposible. Ghost Protocol, ha sido un canto a las maravillas de este formato. "Me recuerda a la grandeza y la inmersión con la que me enamoré del cine cuando era niño", se admiró el realizador con la memoria todavía vívida en sus ojos.
Nolan hizo el mismo tipo de promoción en 2007, cuando mostró el prólogo de El caballero oscuro con los pases de IMAX de I Am Legend. Según admitió el director, el formato de 65 milímetros es el mejor disponible en cine, "sin discusión" y si no lo utiliza más es por culpa del ruido que hacen sus cámaras, además de ser muy pesadas. No parece preocuparle el hecho de que sólo existen un centenar de pantallas IMAX en el mundo. "En los mejores tiempos del 70 milímetros no había más pantallas que esas y funcionaba. El sistema de distribución de concentrar el estreno en el primer fin de semana ha llegado a su saturación y desde luego no es compatible con el tamaño que quiero dar a mis películas. Al espectador le llevará más tiempo disfrutar de esta experiencia pero será increíble. Y siempre pueden irla viendo en las salas normales", se explayó este revolucionario dispuesto también a reventar el sistema de explotación que existe en Hollywood. Como insistió, Nolan es un firme creyente en el poder del cine como revulsivo en la sociedad. "Espero que de una manera inconsciente, no es que me siente y piense en escribir un retrao social, pero está claro que escribo del mundo en que vivo", remató.
ROCÍO AYUSO - EL PAÍS.com - 12/12/2011
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