Día Internacional de la Lucha contra el Sida
Hoy es el Día Internacional de la Lucha contra el Sida. Un día para reivindicar mayores esfuerzos contra esta cruel enfermedad, para reflexionar sobre lo que no hacemos bien, denunciar a los Gobiernos que no se implican lo suficiente, o simplemente para recordar a nuestros muertos.
Aunque todavía siguen existiendo reductos conservadores que defienden la abstinencia sexual como forma de evitar su contagio, algo hemos avanzado. Pero no conviene bajar la guardia. Ni un paso atrás en esta difícil lucha.
Hay que continuar con el apoyo a las víctimas, apoyo que debe ir dirigido no solo a su atención sanitaria, también a la social, e incluso a la cultural o económica. Y no podemos, no debemos, quedarnos solo en la atención de los más próximos, tenemos que alzar nuestra mirada y dirigirla a la tremenda e injusta situación que se vive especialmente en África, el sureste asiático, parte del Caribe y los países del este europeo, entre otros. En África cada día más de 8.000 personas mueren de sida. Cada hora, cerca de 600 personas se infectan, y cada minuto un niño muere a causa del virus. En África, la irresponsable actuación de las industrias farmacéuticas impide que los medicamentos genéricos que existen se puedan repartir al resultar mucho más baratos. Esto no es más que una forma de crimen colectivo, de genocidio encubierto que debemos denunciar contundentemente. Tampoco ayuda la actitud de ciertos sectores de la Iglesia católica empeñados en hacer campañas irresponsables contra el uso del preservativo. No podemos seguir mirando hacia otro lado, siendo cómplices de esta situación.
Este 1 de diciembre de 2010 será otro día de lucha contra el sida, y nuevamente el lazo rojo lucirá en nuestro ropaje, aunque no debemos quedarnos solo en eso.
Hoy es el Día Internacional de la Lucha contra el Sida. Un día para reivindicar mayores esfuerzos contra esta cruel enfermedad, para reflexionar sobre lo que no hacemos bien, denunciar a los Gobiernos que no se implican lo suficiente, o simplemente para recordar a nuestros muertos.
Aunque todavía siguen existiendo reductos conservadores que defienden la abstinencia sexual como forma de evitar su contagio, algo hemos avanzado. Pero no conviene bajar la guardia. Ni un paso atrás en esta difícil lucha.
Hay que continuar con el apoyo a las víctimas, apoyo que debe ir dirigido no solo a su atención sanitaria, también a la social, e incluso a la cultural o económica. Y no podemos, no debemos, quedarnos solo en la atención de los más próximos, tenemos que alzar nuestra mirada y dirigirla a la tremenda e injusta situación que se vive especialmente en África, el sureste asiático, parte del Caribe y los países del este europeo, entre otros. En África cada día más de 8.000 personas mueren de sida. Cada hora, cerca de 600 personas se infectan, y cada minuto un niño muere a causa del virus. En África, la irresponsable actuación de las industrias farmacéuticas impide que los medicamentos genéricos que existen se puedan repartir al resultar mucho más baratos. Esto no es más que una forma de crimen colectivo, de genocidio encubierto que debemos denunciar contundentemente. Tampoco ayuda la actitud de ciertos sectores de la Iglesia católica empeñados en hacer campañas irresponsables contra el uso del preservativo. No podemos seguir mirando hacia otro lado, siendo cómplices de esta situación.
Este 1 de diciembre de 2010 será otro día de lucha contra el sida, y nuevamente el lazo rojo lucirá en nuestro ropaje, aunque no debemos quedarnos solo en eso.
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