Hacienda fiscaliza el convento de la monja pintora
En apenas 24 horas, cambiaron de versión sobre la cantidad robada y la procedencia del dinero.
¿Cuánto dinero fue robado del monasterio cisterciense de Santa Lucía? ¿De dónde provenía ese dinero? El cambio de versión de las monjas, que en dos días dieron versiones diferentes sobre la cantidad de dinero que les había sido sustraído y sobre la procedencia del mismo ha hecho que se eleve las sospechas sobre un convento que tiene que cumplir con Hacienda como el resto de los españoles.
Pocas horas después del robo, las monjas dijeron que echaban en falta 1,5 millones de euros, la mayoría en billetes de 500, que guardaban en varias bolsas de plástico y que eran el fruto de los "ahorrillos" de más de cuarenta años. Al día siguiente, al formalizar la denuncia ante la Policía Nacional, la madre superiora rebajó la cuantía del robo a 450.000 euros, y alegó que el mismo provenía de diferentes fuentes, como las labores de encuadernación y restauración de libros que se desarrollan en el monasterio, los donativos de los feligreses, una cantidad que acababan de sacar del banco para repartir como limosna y la venta de algunas pinturas de sor Isabel Guerra, la monja pintora.
Las explicaciones de las monjas no debieron convencer a los agentes de la policía, que según informa este domingo El País, remitieron un informe a la Agencia Tributaria al sospechar que parte de lo robado podría ser dinero negro. Ahora, será Hacienda quien abra una investigación para conocer la procedencia del dinero que robaron a las monjas del monasterio de Santa Lucía y si se encontraban al corriente de todos sus pagos.
El diario de Prisa, informa de que el convento está inscrito en el registro mercantil como una congregación religiosa, cuyo régimen impositivo y fiscal es similar al de las fundaciones.
En apenas 24 horas, cambiaron de versión sobre la cantidad robada y la procedencia del dinero.
¿Cuánto dinero fue robado del monasterio cisterciense de Santa Lucía? ¿De dónde provenía ese dinero? El cambio de versión de las monjas, que en dos días dieron versiones diferentes sobre la cantidad de dinero que les había sido sustraído y sobre la procedencia del mismo ha hecho que se eleve las sospechas sobre un convento que tiene que cumplir con Hacienda como el resto de los españoles.
Pocas horas después del robo, las monjas dijeron que echaban en falta 1,5 millones de euros, la mayoría en billetes de 500, que guardaban en varias bolsas de plástico y que eran el fruto de los "ahorrillos" de más de cuarenta años. Al día siguiente, al formalizar la denuncia ante la Policía Nacional, la madre superiora rebajó la cuantía del robo a 450.000 euros, y alegó que el mismo provenía de diferentes fuentes, como las labores de encuadernación y restauración de libros que se desarrollan en el monasterio, los donativos de los feligreses, una cantidad que acababan de sacar del banco para repartir como limosna y la venta de algunas pinturas de sor Isabel Guerra, la monja pintora.
Las explicaciones de las monjas no debieron convencer a los agentes de la policía, que según informa este domingo El País, remitieron un informe a la Agencia Tributaria al sospechar que parte de lo robado podría ser dinero negro. Ahora, será Hacienda quien abra una investigación para conocer la procedencia del dinero que robaron a las monjas del monasterio de Santa Lucía y si se encontraban al corriente de todos sus pagos.
El diario de Prisa, informa de que el convento está inscrito en el registro mercantil como una congregación religiosa, cuyo régimen impositivo y fiscal es similar al de las fundaciones.
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