Supongo que estas cosas solo pueden pasar en Estados Unidos. No me imagino a nadie buscando a una gárgola de STAR WARS en la catedral de Notredame o en la de Burgos, joyas del gótico europeo. Y ya véis, resulta que en la Catedral de Washington si, ahí la tenéis asomada a las alturas de la torre noroeste.
Al parecer en la década de los 80, mientras se construía la torre, los responsables del templo organizaron un concurso de decoración escultórica para niños. El evento se publicitó a través de publicaciones tan conocidas como National Geographic y la revista World. El tercer premio se lo llevó Christopher Rader con el dibujo de un temible villano, el mismísimo Darth Vader. Y eso mismo fue lo que hizo el escultor (llamado Jay Hall Carpenter). Desde entonces vigila la catedrál, esperando tal vez la llegada de algún miembro de la alianza rebelde.
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