HAITÍ
-"Hay escasez de agua y alimentos", asegura Médicos Sin Fronteras.
- La ONG explica que, médicamente hablando, lo que ahora mismo hace falta son quirófanos donde operar a los miles de heridos.
- El terremoto de Haití fue 35 veces más potente que la bomba de Hiroshima
- Un profesor de geofísica dice que la energía liberada por el terremoto equivale a medio millón de toneladas de TNT.
"Enorme devastación", "caos", "destrucción total". A los que han visto de primera mano cuál es la situación en Haití tras el terremoto que sacudió la capital el pasado martes, les faltan adjetivos para describir la realidad de la isla caribeña.
La crisis se va a instalar en los vivos
Grupos de haitianos enfurecidos bloquean calles de Puerto Príncipe para protestar por la exasperante lentitud en la llegada de ayuda para los damnificados.-Cruz Roja calcula que entre 30.000 y 50.000 personas han muerto bajo los escombros.-"Las próximas 24 horas serán críticas" para los damnificados.
"Ha quedado todo hecho polvo", resume el portavoz de Médicos Sin Fronteras, Jaume Codina. Así se lo han asegurado los cooperantes que están en Puerto Príncipe en una de las conversaciones que han tenido en las últimas horas. La conexión es mala y las llamadas se cortan continuamente: "Es imposible hablar con ellos". El hecho de tener sólo dos teléfonos para los 800 cooperantes de la ONG tampoco facilita la comunicación.
"Hay escasez de agua, alimentos, combustiles...", cuentan, pero lo peor está por llegar: cuando los haitianos asuman la magnitud de lo sucedido, "la crisis se va a instalar en los vivos". Y se espera que esto suceda en las próximas horas. Si Puerto Príncipe ya era "poco segura", se teme ahora que, ante la escasez de recursos, la gente recurra a la violencia.
"La gente no sabía a dónde ir"
En las primeras horas tras el seísmo, el caos se instauró en Puerto Príncipe. En una ciudad de 3,5 millones de habitantes, la mitad viviendo en suburbios, "la gente estaba en la calle, no sabía a dónde ir, a dónde acudir para pedir ayuda", relatan. Médicos Sin Fronteras atendió a más de un millar de heridos en las dos horas posteriores al terremoto.
Al caos por la experiencia vivida se sumó la interrupción de las telecomunicaciones, lo que ha provocado la desesperación de los supervivientes, ya que muchos aún no saben si sus familiares y amigos están vivos o muertos. "Nadie sabe exactamente cuál es el alcance en número de víctimas" y pasará algún tiempo antes de que se sepa, porque "hay mucha gente debajo de los escombros".
Según la ONG, entre sus prioridades más inmediatas está cubrir las "brutales" necesidades quirúrgicas que requieren los heridos. A la población se le está atendiendo en la puerta de los hospitales, ya que muchos quedaron reducidos a escombros tras el temblor. Se está habilitando un quirófano que ha quedado en pie tras la catásfrofe en la zona de Cité Soleil y Médicos Sin Fronteras montará un hospital de campaña con otro quirófano y siete salas de internamiento.
Mientras, los supervivientes al "catastrófico" terremoto "duermen al aire libre por temor a estar dentro de los edificios dañados". "La gente está aprendiendo a vivir en la calle" y parece que seguirá siendo así durante mucho tiempo: "Volver a una relativa normalidad no es cuestión de un par de días, va para largo".
La Cruz Roja de Haití estima que han muerto a consecuencia del temblor entre 45.000 y 50.000 personas y tres millones más -un tercio de la población de Haití- están heridas o se han quedado sin casa. "Hemos enterrado ya 7.000 cuerpos en una fosa común", ha anunciado el presidente Rene Préval.
Entretanto, aviones cargados de víveres y de equipos para la búsqueda de sepultados siguen llegando al diezmado aeropuerto de Puerto Príncipe, cuyas autoridades no dan abasto para ordenar todo el tráfico aéreo.
Esta madrugada (hora española), las saturadas pistas del aeródromo de la ciudad no eran capaces de dar cabida a todos los vuelos con ayuda humanitaria que pretendían arribar en el país. Tanto es así que, a petición de las autoridades haitianas, la Administración Federal de Aviación estadounidense (FAA, por sus siglas en inglés), se vio forzada a suspender por período de más de una hora sus vuelos. "Una decena de aviones civiles y uno militar estuvieron dando vueltas en el cielo durante dos horas en espera de poder aterrizar y algunos tuvieron que regresar a Santo Domingo y Miami", ha asegurado una portavoz de la FAA.
Para los que quieran echar una mano ya se han abierto muchas cuentas donde poder dejar una ayuda. Un par de Euros no es nada para nosotros y allí se puede hacer mucho.
Médicos Sin Fronteras: 902250902, en la página web y en las cuentas corrientes: Banco Santander 0049/1806/95/2811869099; 'La Caixa' 2100/3063/99/2200110010; BBVA 0182/6035/49/0000748708
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