El cometa Hyakutake pasa sobre la Tierra
El Hyakutake se conoce popularmente como el Gran Cometa del 96.
A finales de marzo de 1996, un cometa con un brillo excepcional se acercó a la Tierra. Descubierto con apenas dos meses de antelación, el cometa C/1996 B2 Hyakutake tuvo una aproximación máxima a nuestro planeta de sólo 0.1 UA –es decir una décima parte de la distancia que separa la Tierra del Sol. El cometa Hyakutake (conocido popularmente como el Gran Cometa del 96) se convirtió así en el cometa más brillante en surcar los cielos en los 20 años anteriores. Es posible que los testigos de la anterior visita de Hyakutake, hace 17.000 años, hayan sido los miembros de la cultura Magdaleniense, los cuales fueron los primeros humanos en vivir tanto en tiendas como en cuevas.
La imagen de hoy muestra el momento de mayor aproximación de Hyakutake, ocurrido el 26 de marzo de 1996. Sus largas colas de polvo e iones son claramente visibles hacia la izquierda, sobre un fondo de estrellas que incluye a las constelaciones de la Osa Mayor y la Osa Menor. Más a la izquierda aún, la cola azul de iones parece haber sufrido una desconexión magnética en tiempos recientes. En el otro extremo de la imagen, la coma verdosa del cometa oscurece un denso núcleo de hielo sucio de unos 5 km. de diámetro, el cual se va derritiendo poco a poco.
Unos meses después de que se tomara esta imagen, Hyakutake inició su largo camino de vuelta a los confines más remotos del sistema solar. Debido a la influencia gravitacional de los planetas gigantes en su órbita, es posible que su próxima visita no se produzca hasta dentro de cien mil años.
Herschel, el mayor telescopio astronómico de la historia, capturó imágenes de una nube de polvo espacial situada a mil años luz que eventualmente se convertirá en unas cien estrellas, informó este miércoles la Agencia Espacial Europea (ESA).
La "espectacular" imagen de esta "incubadora estelar" corresponde a la galaxia Aquila, que cubre un área de 65 años luz de diámetro y está envuelta en una nube de polvo que ningún satélite infrarrojo anterior había sido capaz de alcanzar.
Es la primera vez que los astrónomos podrán analizar el interior de la nube, fotografiada gracias a un conjunto de cámaras y a un espectómetro que porta el telescopio, que ha capturado las regiones brillantes que proceden del gas de hidrógeno de las "recién nacidas" estrellas, explicó la ESA.
Los expertos estiman que unas cien de las setecientas condensaciones de polvo obtenidas por el Herschel son protoestrellas, que eclosionarán cuando sus núcleos se fusionen
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