jueves, 23 de julio de 2009

Y REGRESÓ LA REINA

Madonna vuelve a ser la reina del pop en Barcelona 8 años después de su última visita
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- La cantante ofreció en el Estadio Lluís Companys un espectacular concierto de dos horas con gran protagonismo audiovisual.
- El público, unas 45.000 personas, se rindió a sus pies.
- No faltó un homenaje al fallecido Michael Jackson.
- Hoy estará en Madrid y el sábado, en Zaragoza.
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Madonna demostró este martes en un concierto con gran protagonismo audiovisual en el Estadio Olímpico Lluís Companys de Barcelona que sigue reinando en la ciudad condal, después de más de ocho años sin haber convocado al público catalán.

Con una espectacular actuación ante unos 45.000 espectadores, Madonna presentó numerosos éxitos de su último álbum, Candy Shop, dentro de la gira del 2009 Steaky & Sweet que se inició el pasado 4 de julio en Londres después de que la cantante, visto el éxito del tour de 2008 -que pasó por Sevilla y Valencia-, decidiera prolongarla.

Al fin irrumpió la artista como reina en su palacio, en un trono con una "M" de Madonna y cantando el tema Candy Shop, al que siguieron Beat Goes On -en el que se acercó al público en un flamante Rolls Royce blanco- y Human Nature.

La voz de la diva no sobresalió de la de los coros hasta que entonó el éxito de los ochenta Vogue, continuando su actuación -después de una escena de boxeo coreografiado bajo la música de Die Another Day- con Into The Groove -en el que dio una lección de saltar a la comba-, y un Holiday que ha hizo enloquecer.

La reciente muerte del rey del pop, Michael Jackson, tuvo un lugar en el espectáculo cuando uno de los bailarines imitó el conocido paso del moonwalk del artista, a quien Madonna calificó como uno de los mejores que "el mundo ha conocido".
Madonna dedicó el tema She's Not Me a todas las mujeres asistentes, y, complementada con unas gafas de sol con forma de corazón, destrozó, literalmente, a mujeres que representaban estereotipos de la buena feminidad en los que la cantante se convirtió en sus pasados vídeos, como una novia a punto de casarse.

La particular controversia de Madonna por sus alusiones religiosas o sexuales -o ambas a la vez- se dejó ver a partir de Spanish Lesson, en la que mezcló a monjes con un torero y con su baile seductor, y a la que siguieron la nostálgica Miles Away y La Isla Bonita.
El éxtasis final del concierto hizo rendirse por completo a los fans con temas como 4 Minutes, Ray of Light, Hung Up y el provocativo Give It 2 Me.

Cerca de los 51 años, Madonna no dejó de deslumbrar por el escenario con ocho cambios de atuendo que permitieron, durante dos horas, un recorrido por sus diferentes etapas musicales, desde la invocación a los años veinte hasta la música de baile de su último trabajo, con el apoyo de 16 bailarines y 12 músicos.


Con el concierto en Barcelona, el equipo de Madonna ha retomado la gira, después de que se anulara la actuación prevista en Marsella por la muerte de dos operarios que trabajaban en el montaje del escenario en la ciudad francesa -"ha sido un tiempo de tristeza y confusión que nos hace darnos cuenta de lo afortunados que somos de estar vivos", dijo-, y proseguirá en Madrid y Zaragoza, el 23 y el 25 de julio, respectivamente.

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