Muere a los 97 años la británica Millvina Dean, última superviviente del Titanic
- Era un bebé de 9 semanas cuando se hundió el transatlántico, en 1912.
- Fue una de las 706 personas que lograron salvarse.
- No recordaba la tragedia, pero siempre dijo que condicionó su vida.
Millvina Dean, la última superviviente del hundimiento del Titanic, murió este domingo a los 97 años de edad, informaron sus hijos a la cadena pública de televisión BBC.
Dean, que falleció en la residencia de Hamspshire (sur de Inglaterra) -la misma ciudad en la que nació- en la que vivía, era un bebé de nueve semanas cuando el famoso transatlántico se hundió en su primer viaje tras chocar con un iceberg en medio del Atlántico el 15 de abril de 1912.
En la catástrofe murieron 1.517 personas
Ella fue una de los 706 supervivientes de una catástrofe marítima que se cobró la vida de 1.517 personas y convirtió en leyenda al Titanic, barco en el que la familia de Dean viajaba para empezar una nueva vida y abrir una tienda de tabaco en Kansas.
Georgetta, la madre de la señora Dean, y Bert, su hermano de 2 años, también sobrevivieron, pero su padre, Bertram, estuvo entre los fallecidos, la mayoría de ellos víctimas de la falta de botes salvavidas en el que fue el mayor buque de pasajeros de la historia.
Regreso a Inglaterra
Tras la catástrofe, la familia Dean volvió a Southampton, puerto del sur de Inglaterra de donde zarpó el Titanic y donde Millvina pasó prácticamente el resto de su vida.
Pese a no recordar lo ocurrido, siempre dijo que el hundimiento del Titanic condicionó su vida: "si no fuera por que el barco se hundió, ahora sería una estadounidense", dijo en una entrevista.
Nunca vio la famosa película de James Cameron porque lo creía algo morboso
Nunca vio la famosa película de James Cameron ni los numerosos reportajes que se hicieron sobre el barco por considerarlos "morbosos" y nunca se cansó de contar su historia.
"Me gusta contarlo, porque todo el mundo se alborota en torno a mí. Y he podido viajar a muchos sitios gracias a ello y conocer a mucha gente. No me podría cansar, no soy de ese tipo de gente".
En los últimos años también fue noticia porque periódicamente sacaba a subasta objetos relacionados con el Titanic para poder pagar el coste de la residencia de ancianos donde vivía.
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Fuente: 20 minutos
- Era un bebé de 9 semanas cuando se hundió el transatlántico, en 1912.
- Fue una de las 706 personas que lograron salvarse.
- No recordaba la tragedia, pero siempre dijo que condicionó su vida.
Millvina Dean, la última superviviente del hundimiento del Titanic, murió este domingo a los 97 años de edad, informaron sus hijos a la cadena pública de televisión BBC.
Dean, que falleció en la residencia de Hamspshire (sur de Inglaterra) -la misma ciudad en la que nació- en la que vivía, era un bebé de nueve semanas cuando el famoso transatlántico se hundió en su primer viaje tras chocar con un iceberg en medio del Atlántico el 15 de abril de 1912.
En la catástrofe murieron 1.517 personas
Ella fue una de los 706 supervivientes de una catástrofe marítima que se cobró la vida de 1.517 personas y convirtió en leyenda al Titanic, barco en el que la familia de Dean viajaba para empezar una nueva vida y abrir una tienda de tabaco en Kansas.
Georgetta, la madre de la señora Dean, y Bert, su hermano de 2 años, también sobrevivieron, pero su padre, Bertram, estuvo entre los fallecidos, la mayoría de ellos víctimas de la falta de botes salvavidas en el que fue el mayor buque de pasajeros de la historia.
Regreso a Inglaterra
Tras la catástrofe, la familia Dean volvió a Southampton, puerto del sur de Inglaterra de donde zarpó el Titanic y donde Millvina pasó prácticamente el resto de su vida.
Pese a no recordar lo ocurrido, siempre dijo que el hundimiento del Titanic condicionó su vida: "si no fuera por que el barco se hundió, ahora sería una estadounidense", dijo en una entrevista.
Nunca vio la famosa película de James Cameron porque lo creía algo morboso
Nunca vio la famosa película de James Cameron ni los numerosos reportajes que se hicieron sobre el barco por considerarlos "morbosos" y nunca se cansó de contar su historia.
"Me gusta contarlo, porque todo el mundo se alborota en torno a mí. Y he podido viajar a muchos sitios gracias a ello y conocer a mucha gente. No me podría cansar, no soy de ese tipo de gente".
En los últimos años también fue noticia porque periódicamente sacaba a subasta objetos relacionados con el Titanic para poder pagar el coste de la residencia de ancianos donde vivía.
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Fuente: 20 minutos
La historia va cerrando capitulos, irremediablemente el tiempo pasa, y las catastrofes ya quedan solo en los libros.
ResponderEliminarBuena semana.