miércoles, 16 de octubre de 2013

CORAZÓN ACORAZADO.



El amor es tan inteligente que aveces te hace pensar que eres independiente y que no caerás bajo su hechizo.
Te descuidas y cuanto más tranquilo y alejado de lo sentimental estás, ataca de nuevo con la ilusión de la necesidad, de los sueños que se quedan en unas pocas lágrimas y una gran decepción que acongoja tu alma.
Todos enamorados y pocos tienen la suerte de ser correspondidos con la verdad. No hablo de amor, hablo de realidad, de esa efímera quimera que te destruye y de la que nadie puede huír. ¿Para qué escapar con una mentira que tenga fecha de caducidad y que cuando se oxide dejará la mella del acero en lo más profundo?
Nadie puede perdonar y menos entender haber sido engañado para evitar que se le hiciera daño, y cuando se descuida se encuentra haciendo lo mismo con otro corazón inocente.
Pero para qué pararse a pensar en todo esto si lo único que yo quiero ahora es su mirada, su forma de sonreír, la misma que me hace desear que llegue la ocasión de observarle y darme cuenta de su perfección.
Solo quiero imaginarme de su mano y colgado de su cuello como cualquier enamorado mas.
El sonido que hace que se eclipsen mis latidos, el de su voz. Ahora mismo no necesito más que sus labios.
Pero si dejo todo esto de lado llega la desconfianza, si esta utopía se hace realidad caerá por su peso y mi propio destino.
Y entonces mi interior grita, grita lo mucho que me haces falta aquí a mi lado. Al lado del frío junto a un fuego que haga que la llama del amor aparezca de nuevo, no quiero que brille, solo que esté y que estés. Quiero que demuestres que no hay imposibles y que valgo tus abrazos más sinceros.
Cuando mis ojos te busquen quiero que se encuentren con los tuyos, no con la indiferencia de quien sabe lo que hace.
Soy débil y tu eres mi mayor debilidad.
¿Como pensar en una vida sin ti si te alejas?
No es posible luchar contra esto, estoy desarmado deseando que a ti te pase lo mismo, que pienses en mi como yo lo hago y que me necesites tanto como yo a ti.
Que me amaras y besaras como si nunca nos hubieran hecho daño. Hazme olvidar todo lo que en su día me nubló la vista y ayúdame a creer de nuevo en ti, en mí, y en la humanidad. A tener fe en la confianza, el cariño y esos valores que hoy están en decadencia, hagamos un mundo nuevo juntos y para nosotros donde no existan las inseguridades ni las miradas tristes, donde los ideales por los que lucho se vean reflejados en el calor de nuestra mirada.
Donde se pueda volar sin pensar en la caída sobre el asfalto.
Ven junto a (M)í, te necesito
.

Emilio Vieira


A de Actitud¿o amor?

No hay comentarios:

Publicar un comentario