domingo, 11 de agosto de 2013

Crece la atención internacional sobre la homofobia de estado rusa y el debate en torno a los Juegos de Sochi 2014



Los más importantes medios de comunicación internacionales comienzan a prestar atención a la persecución declarada que sufre la población LGTB rusa a manos de su propio gobierno y de grupos de ultraderecha. Ello hay que agradecerlo en no poca medida a las iniciativas de boicot de productos  rusos, y muy especialmente de los próximos Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi. Ya han sido presentadas más de 350.000 firmas ante el Comité Olímpico Internacional (COI), exigiendo acciones contra la legislación homófoba rusa.

Por favor, firma tu tambien.

El pasado miércoles la organización AllOut.org entregó la petición respaldada por 320.000 firmas (en estos momentos la cifra asciende ya a 350.000), exigiendo a Rusia que derogue sus leyes contra las personas LGTB y pidiendo al COI que presione al gobierno ruso en dicho sentido (como nota curiosa cabe mencionar la existencia de otra petición en change.org para trasladar fuera de Rusia la próxima edición del certamen de Miss Universo, organizado en Moscú).

Han hecho falta tales iniciativas de boicot, así como un cúmulo de salvajes agresiones contra la población LGTB rusa (y quizá haya también que añadir la  mezcla de intereses contra el gobierno ruso derivados del ‘caso  Snowden’), pero los medios de comunicación generalistas comienzan por  fin a dedicar espacio al tema. Por ejemplo, The Washington Post ha  declarado en su último editorial que el COI “tiene que tomar una decisión”, después de que el Ministro de  Deportes de Rusia, Vitaly Mutko, declarase que la “ley de  propaganda gay” también sería aplicada a los atletas extranjeros,  contradiciendo de forma directa las garantías iniciales ofrecidas al  COI. El periódico añade que “el espíritu olímpico no es compatible con una ley mordaza contra las muestras de libertad”. Y en la página de la CNN podemos leer al comentarista deportivo abiertamente gay LZ Granderson, comparando la situación actual en Rusia con la Alemania nazi antes del  Holocausto, cuando el clima de antisemitismo se iba acentuando de forma sutil pero implacable. Y Dustin Lance Black, ganador de un Óscar por el  guión de Mi nombre es Harvey Milk, ha pedido a la industria del cine que alce la voz y presione al gobierno ruso.

No obstante, el boicot a Sochi 2014 dista de alcanzar un apoyo unánime. Por ahora la cancelación o el traslado de los Juegos parece muy improbable, pero uno de los fundadores de Outsports.com (conocida web de información deportiva vinculada al mundo LGTB) ha sugerido una medida cargada de simbolismo que apenas acarrearía cambios logísticos: en lugar de conseguir que otros países no acudan a  Sochi, el COI podría prohibir a Rusia participar en sus propios Juegos… Por su parte, el antiguo saltador y ganador de cuatro medallas olímpicas de oro Greg Louganis ha detallado sus argumentos contra un boicot a Sochi. Según Louganis, tal boicot solo conseguiría perjudicar a los  deportistas, y propone en cambio convertir los Juegos de Sochi en una “lección” sobre la persecución sufrida por la población LGTB rusa. Precisamente en este sentido trabajan las organizaciones Athlete Ally y AllOut.org, que están buscando un diseñador prestigioso para crear un símbolo contra la homofobia que los atletas puedan llevar puesto durante los Juegos en desafío a las leyes homófobas rusas.

Una leyes cuyo carácter homófobo ha negado este jueves el embajador ruso ante las Naciones Unidas, Vitaly Churkin, que al ser interpelado por activistas de AllOut.org en  Nueva York contestó que “Rusia no tiene leyes contra los homosexuales,  [sino] leyes que prohíben la propaganda homosexual entre menores”. Los  activistas le espetaron que la ley ni siquiera define qué constituye “propaganda”, y le recordaron los arrestos y asesinatos de homosexuales en su país, que el diplomático calificó como mentiras.

Desgraciadamente existen numerosas pruebas que demuestran la realidad del clima de  declarada hostilidad contra la minoría LGTB rusa, y en dosmanzanas nos  hemos visto obligados a recogerlas. También son numerosas las  organizaciones de defensa de los derechos humanos que han denunciado la  situación en Rusia, y no solo respecto a las personas LGTB. Así, Human Rights Watch ha documentado las intimidaciones y ataques a manos de las autoridades locales sufridos por activistas y periodistas que han osado criticar diversos aspectos de la organización de Sochi 2014 (como por ejemplo los abusos contra trabajadores inmigrantes, las expropiaciones injustas, el impacto medioambiental, etc.).

También queremos resaltar el eco que lo que está sucediendo en Rusia ha tenido en medios generalistas españoles, no siempre proclives a informar sobre la realidad LGTB más dura fuera de nuestras fronteras. El País, El Mundo, ABC, El Huffington Post, eldiario.es, La Sexta, La Voz de Galicia… Son solo algunos ejemplos escogidos.

Mientras tanto, en las antípodas del boicot…

Y en medio de los debates alrededor del boicot a Sochi 2014, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, se ha desplazado a Moscú para asistir a la inauguración de los Mundiales de Atletismo y de paso  buscar apoyos a la candidatura de Madrid 2020.

La alcaldesa se ha reunido este viernes con el presidente del Comité Olímpico Ruso, Alexander  Zhukov, en lo que constituiría una gran oportunidad para pedir a las  autoridades rusas que respeten los derechos de las personas LGTB (no nos hacemos grandes ilusiones…).

dosmanzanas.com - Enviado por Enoch el 09 agosto 2013

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