jueves, 14 de marzo de 2013

Habemus Papam, y es homófobo



 Como era lógico y de esperar, el nuevo Papa Francisco I ya había destacado por su posición claramente homófoba. En 2010 ya había saltado a la palestra internacional por considerar el matrimonio igualitario como "una movida del padre de la mentira". Misógino, homófobo, colaborador y protector del dictador Videla...


Ya informábamos de ello en 2010, cuando el cardenal bonaerense Jorge Mario Bergoglio (conocido a partir de hoy como el nuevo Papa Francisco I) saltó a la opinión pública internacional al pronunciarse contra el matrimonio igualitario en Argentina en términos como "una movida del padre de la mentira", "la pretensión destructiva del plan de Dios", o "esta guerra no es vuestra sino de Dios".

Es evidente que no cualquiera puede llegar a Papa. Por eso, además de una firme oposición al matrimonio igualitario (demonizándolo literalmente), también se ha destacado contra otros temas como el aborto, rechazándolo incluso en casos de violación. Además pesa sobre él la acusación de haber colaborado con la dictadura de Videla, (incluyendo estar involucrado en la desaparición de sacerdotes disidentes con la dictadura), yocultando el apoyo de la Iglesia argentina al régimen dictatorial, en la línea de su predecesor Benedicto XVI que habría colaborado con las milicias nazis, así como acusaciones de haber participado en el robo de bebés. Salta a la vista que sus polémicas declaraciones han influido muy positivamente en su elección como el primer Papa iberoamericano.

Cumpliendo todas las previsiones, no hay el menos atisbo de cambio en la institución católica, y el nuevo nombramiento que se ha producido hoy no hace más que constatarlo.

La carta remitida por Jorge Mario Bergoglio a las Carmelitas

Buenos Aires, 22 de junio de 2010.

Queridas hermanas:

Les escribo estas líneas a cada una de Ustedes que están en los cuatro Monasterios de Buenos Aires. El pueblo argentino deberá afrontar, en las próximas semanas, una situación cuyo resultado puede herir gravemente a la familia.

Se trata del proyecto de ley sobre matrimonio de personas del mismo sexo. Aquí está en juego la identidad, y la supervivencia de la familia: papa, mamá e hijos. Está en juego la vida de tantos niños que serán discriminados de antemano privándolos de la maduración humana que Dios quiso se diera con un padre y una madre. Está en juego un rechazo frontal a la ley de Dios, grabada además en nuestros corazones.

Recuerdo una frase de Santa Teresita cuando habla de su enfermedad de infancia. Dice que la envidia del Demonio quiso cobrarse en su familia la entrada al Carmelo de su hermana mayor. Aquí también está la envida del Demonio, por la que entró el pecado en el mundo, que arteramente pretende destruir la imagen de Dios: hombre y mujer que reciben el mandato de crecer, multiplicarse y dominar la tierra.

No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política es la pretensión destructiva al plan de Dios. No se trata de un mero proyecto legislativo (éste es sólo el instrumento) sino de una "movida" del padre de la mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios. Jesús nos dice que, para defendernos de este acusador mentiroso, nos enviará el Espíritu de Verdad.

Hoy la Patria, ante esta situación, necesita de la asistencia especial del Espíritu Santo que ponga la luz de la Verdad en medio de las tinieblas del error necesita de este Abogado que nos defienda del encantamiento de tantos sofismas con que se busca justificar este proyecto de ley, y que confunden y engañan incluso a personas de buena voluntad.

Por esto recurro a Ustedes y les pido oración y sacrificio, las dos armas invencibles que confesaba tener Santa Teresita. Clamen al Señor para que envíe su Espíritu a los Senadores que han de dar su voto. Que no lo hagan movidos por el error o por situaciones de coyuntura sino según lo que la ley natural y la ley de Dios les señala. Pidan por ellos, por sus familias que el Señor los visite, los fortalezca y consuele. Pidan para que ellos hagan un gran bien a la Patria.

El proyecto de ley se tratará en el Senado después del 13 de julio. Miremos a San José. a María, al Niño y pidamos con fervor que ellos defiendan a la familia argentina en este momento. Recordémosle lo que Dios mismo dijo a su pueblo en un momento de mucha angustia: "esta guerra no es vuestra sino de Dios". Que ellos nos socorran, defiendan y acompañen en esta guerra de Dios.

Gracias por lo que harán en esta lucha por la Patria. Y, por favor, les pido también que recen por mi. Que Jesús las bendiga y la Virgen Santa las cuide.

Afectuosamente,

Jorge Mario Bergoglio s.j.



Por Daniel García - universogay.com - 13.03.2013

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