lunes, 11 de marzo de 2013

Crítica 'Los amantes pasajeros': I'm so excited


Siempre he defendido una postura clara; la crítica más constructiva y rentable es la que uno hace de sí mismo. Porque desde dentro es mucho más fácil extraer el jugo para criticar, y desde luego, puede resultar mucho más divertido. En una época como la que estamos viviendo actualmente, no son muchos los que se atreven a echar la vista dentro para reirse a nuestra propia costa, pero quien lo hace, al menos que lo haga bien. Y qué mejor para dicho cometido que Pedro Almódovar, quien regresaba del Olimpo del cine español con la promesa de divertir a su pueblo en una época en la que un minuto de diversión puede valer su precio en oro. El machego nos ofrece 90, por el precio de una entrada de cine.

Tras varias películas lejanas al característico estilo de sus inicios, el doblemente Oscarizado director español vuelve a pintarnos un variopinto y extravagante cuadro de personajes y situaciones absurdas, esta vez enmarcado en un único escenario aéreo. Un viaje con destino a México se ve abordado por un problema que les impide aterrizar, lo que creará una situación de catarsis generalizada donde las pasiones y problemas más íntimos y profundos saldrán a relucir entre ellos. Una especie de ‘Aterriza como puedas’ adaptada a la era moderna. O lo que es lo mismo: una comedia sin prejuicios que huye de la pretenciosidad y cumple a la perfección con su cometido, el del entretenimiento puro y duro, el de divertir y hacer disfrutar de forma entrañable al espectador. Una cinta tan absurda e inverosímil que por desgracia, también acaba por ser demasiado exagerada, e incluso predecible, aunque por suerte se da cuenta de ello a tiempo para finalizar el metraje.

El “trío dinámico” formado por Carlos Areces, Raúl Arévalo y Javier Cámara lideran, o mejor dicho, acaparan la película aportando la mayor parte de la vena humorística y protagonizando la mejor escena de la cinta. Un momento musical que, me atrevo a decir, pasará de manera prácticamente instantánea a la meca de nuestro cine. Entre el resto del reparto encontramos grandes estrellas de la televisión como Miguel Angel Silvestre o Hugo Silva, viejos conocidos del cine de este director como Cecilia Roth, una radiante Blanca Suárez, un gran Willy Toledo y las fantásticas actuaciones (como siempre) de Lola Dueñas y Antonio de La Torre. Una gran diversidad de estilos que ayuda en la labor de fortalecer el variopinto ambiente retratado en la cinta. Una metáfora de la España actual que Almódovar critica de una forma fácil pero profundamente simbólica y efectiva.

El director realiza una de sus películas más desenfrenadas y sin ningún tipo de prejuicios. Su película, según él, más “gay”, donde sus fans más incondicionales encontrarán una vuelta a su estilo más puro y una vuelta a su comedia más alocada y divertida, mientras que el resto de mortales pasarán un buen rato alejados de las preocupaciones que da la verdadera realidad. Ni es de las mejores del machego ni pretende serlo. Almodóvar es Almodóvar, para lo bueno y para lo malo.


Vía El Séptimo Arte | 7 de marzo de 2013 | Por sullivan

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