jueves, 7 de febrero de 2013

Paralizado un proyecto de investigación sobre el SIDA con financiación europea por la burocracia en España.

José Alcamí en su laboratorio del Carlos III


Una investigación pionera para prevenir el VIH se encuentra paralizada en estos momentos por las trabas burocráticas que los investigadores españoles tienen que 'sufrir' con los ministerios de Economía y Hacienda. La denuncia, liderada por José Alcamí, del Instituto Carlos III, podría afectar a unos 30 posibles contratos.

"En un país con seis millones de parados, que la administración sólo genere retrasos en la tramitación de nuevos empleos con fondos obtenidos de manera competitiva en la Unión Europea es para mí, como investigador, injustificable; y como ciudadano de este país, muy difícil de soportar", señala Alcamí en declaraciones a ELMUNDO.es.

A pesar de que su proyecto sobre VIH cuenta con la financiación de la Comisión Europea (dos millones de euros para dos años) y de que nuestro país es el encargado de coordinar el trabajo (en el que también participan Francia e Italia), el proyecto sigue paralizado por las trabas burocráticas que atenazan a la ciencia española.

Para explicar las causas de este retraso es necesario remontarse a la famosa 'tasa de reposición cero' y a las limitaciones que en la actualidad tienen los organismos públicos de investigación (OPI) para contratar personal.

En primer lugar, explica un portavoz oficial del Carlos III, los OPIs no pueden sacar ninguna plaza a concurso hasta que el Ministerio de Hacienda publique los 'cupos', o número de contrataciones que puede realizar cada OPI al año. Con un poco de suerte, esos cupos para 2013 podrían conocerse en el mes de marzo, y sólo a partir de entonces podrían convocarse dichas plazas. Como prosiguen estas mismas fuentes, con los cupos en la mano, es la subsecretaría del Ministerio de Economía -que dirige Miguel Temboury- quien eleva la petición a Hacienda, que las autoriza definitivamente. Fuentes de este ministerio han negado a ELMUNDO.es que la subsecretaría tenga paralizado ningún proyecto, e insisten en que en todos los casos se siguen los trámites oficiales.

Alcamí, jefe de Área de Patología Molecular del Centro Nacional de Microbiología, se rebela contra la burocracia ministerial y sólo sabe que el tiempo sigue corriendo en su contra. "Los proyectos europeos no admiten prórroga, de manera que la parte del dinero del proyecto que no se gasta por culpa del retraso hay que devolverla". Según sus cálculos, si pudiese arrancar con un poco de suerte en el mes de junio de 2013, esa demora de seis meses le obligaría a devolver aproximadamente el 25% del presupuesto de personal adjudicado al Carlos III, más de 75.000 euros de un total de 300.000 euros concedidos, "y no podría contratar por dos años sino por año y medio, lo que compromete la viabilidad del proyecto".

"No es extraño", admite un portavoz del Carlos III, "en los proyectos europeos se suelen devolver dos o tres meses, porque allí son muy estrictos con los plazos".

Alcamí no es el único que arremete contra la propia maquinaria del Carlos III, que una vez convocadas las plazas, podría tardar varios meses más en resolver estos contratos europeos. José Antonio Melero, jefe del Grupo de Biología Viral en el mismo Carlos III, es otro de los afectados con dos contratos pendientes desde hace al menos seis meses. "No sé cuál es la situación del cupo porque nadie nos la ha comunicado, pero la realidad es que hay una serie de pasos administrativos que nadie sabe muy bien cuáles son y a qué plazos deberíamos atenernos".

"Yo me he quejado a todos, a recursos humanos, al propio director [Joaquín Arenas] y ahora mismo la excusa es el control tan estricto que hay en el ministerio para la contratación de personal; pero el problema es que no sabemos a qué atenernos". En noviembre de 2012, recuerda, la dirección del centro prometió redactar un protocolo de tramitación de proyectos para aclarar los tiempos en cada paso (convocar las plazas en la página web, recepción de documentación de los candidatos, reuniones de las comisiones de evaluación...); "pero estamos en febrero y aún no sabemos nada". La dirección del centro responde que dicho protocolo está listo, pero que no tiene sentido sacarlo hasta que no se conozca el cupo.

"Estamos desesperados", resume Alcamí, que se plantea la imagen que transmite España cuando devuelve parte de esos fondos obtenidos en convocatorias muy competitivas (donde sólo se financian un 10% de los proyectos que se presentan).

En la página web del centro, todavía puede leerse que el proyecto AIM-HIV que lidera Alcamí "plantea el desarrollo de nuevos microbicidas mediante vías antivirales y antiinflamatorias para impedir las nuevas infecciones por el VIH. Este proyecto se realiza en colaboración con el Centro de Energía Atómica de Francia y la Fundación San Raffalle de Milán".

elmundo.es - María Valerio | Madrid - 06/02/2013

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