jueves, 28 de febrero de 2013

Benzema, a 216 por hora en la M-40.


Karim Benzema, delantero de 25 años del Real Madrid, fue cazado en la madrugada del 3 de febrero por un radar de la M-40 cuando circulaba a 216 kilómetros por hora en un tramo limitado a 100. Unas horas antes, el equipo que entrena José Mourinho había perdido un partido de la Liga en Granada, por un autogol de Cristiano Ronaldo (1-0). El coche, un Audi que el jugador francés conducía a la altura del término municipal de Pozuelo de Alarcón, fue fotografiado por una cámara de Tráfico. Fuentes policiales sostienen que, aunque esa es la velocidad que aparece reflejada, la real es superior al menos un 5%.

El radar también detectó, según fuentes policiales, a un Porsche en renting del Madrid cuyo conductor se desconoce y a una velocidad superior: 260 kilómetros por hora. Ninguno de los conductores, que circulaban casi a la par, fue detenido porque los protocolos de la Guardia Civil aconsejan no perseguir a vehículos que circulan a una velocidad tan elevada por cuestiones de seguridad vial. De esta manera, se evitan persecuciones y las consiguientes situaciones peligrosas para el resto de usuarios de la vía.

El exceso de velocidad detectado se produjo cerca de La Finca, la exclusiva urbanización donde residen otros famosos del deporte, los negocios y la farándula, entre ellos otros compañeros de vestuario de Benzema. Audi, la marca patrocinadora del club de Chamartín, entregó el pasado noviembre en el circuito del Jarama los coches que la primera plantilla del Madrid conducirá durante la temporada. Benzema eligió un Audi RS5 4.2 FSI, de 450 CV.

Benzema estaba citado este martes para declarar ante el juez por un delito contra la seguridad vial, ya que superó en más de 80 kilómetros por hora la velocidad máxima permitida en ese punto de la M-40, ya que se trata de una vía interurbana. En caso de que hubiese sido cazado en una vía urbana, el tope para el mismo delito sería de 60 kilómetros por encima de la velocidad permitida. Finalmente el jugador, asesorado por los abogados del Real Madrid, consiguió retrasar el juicio hasta dentro de unas semanas, con la excusa de que el equipo blanco jugaba la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey con el Barcelona y era “un partido de alto riesgo”, según argumentó el Madrid. Aunque fue convocado para el encuentro copero, Benzema no jugó ni un solo minuto, igual que en los dos partidos anteriores del Madrid, contra el Rayo Vallecano y el Deportivo en Liga. El último duelo que Benzema disputó fue el 13 de febrero jugó en la ida de octavos de la Champions ante el Manchester United, y lo hizo de titular. En Granada entró sustituyendo a Higuaín en la segunda parte.

Fuentes del Real Madrid confirmaron ayer los hechos, matizando que fue el propio Benzema quien “se dirigió personalmente al magistrado para pedir el retraso del juicio dada la importancia del partido”. Un encuentro que Benzema siguió de principio a fin desde el banquillo.

El delantero se enfrenta a una posible pena de seis meses de prisión

 
Al igual que el Porsche fotografiado por el radar, el vehículo en el que viajaba el punta de Lyon era de renting y, según fuentes policiales, le acompañaba otra persona. De acuerdo con las mismas fuentes, el Audi “rodaba muy próximo y una velocidad semejante a la del Porsche” (aunque en realidad iba 40 kilómetros por hora más lento que el Porsche). Los investigadores afirman que este segundo coche iba conducido también por otro futbolista, que no ha sido llamado a declarar ni aparece en el atestado. En casos así, en que se opta por no detener a unos vehículos por la peligrosidad que supone, la Guardia Civil formula la denuncia después de requerir a la compañía de renting el contrato del vehículo, en este caso del Real Madrid. Fue el propio club el que identificó a Benzema como el conductor del Audi -según fuentes policiales-, mientras que prefirió no hacerlo con el del Porsche y, por tanto, asumir la sanción de forma directa. Fuentes del club, si bien reconocen el caso de Benzema, desconocen la existencia de otro vehículo propiedad del Real Madrid implicado, el Porsche.

Benzema se enfrenta a una posible pena de prisión de tres a seis meses de duración, la opción más dura, o bien a una multa económica de seis a 12 meses. Esa cantidad podría ir de los 5 a los 400 euros al día, según decida el juez en función de la capacidad económica del culpable: el delantero cobra unos cinco millones de euros netos al año.

Otra opción sería que el jugador realizara trabajos en beneficio de la comunidad en un periodo que podría ir de los 31 a los 90 días, según el artículo 379.1 del Código Penal. Lo que es seguro es que Benzema tendrá prohibido conducir en un lapso de tiempo máximo de cuatro años. Si el futbolista se declara culpable, el juez le aplicaría una reducción de su condena, por lo que se calcula que podría volver a llevar un coche en unos ocho meses.

No es la primera vez que Benzema tiene problemas con los coches. En noviembre de 2009 salió ileso de un accidente tras estampar de madrugada su vehículo, un Audi Q7, contra un árbol en La Finca tras un partido contra el Barcelona que el equipo madrileño perdió. Los investigadores determinaron que el coche iba a unos 40 kilómetros por hora, aunque sufrió importantes daños. El 24 de diciembre de ese año, el delantero también se vio inmerso en un percance de tráfico en la Isla de Reunión cuando iba acompañado de su amigo el rapero Rohff en un deportivo. El coche también sufrió daños notables. Ya en junio de 2011, la policía local de Ibiza multó al jugador por conducir de forma temeraria un Porsche por el centro de la ciudad y el puerto en una carrera ilegal en la que participaron un Ferrari y un Lamborghini. Benzema pagó al contado los 250 euros de sanción.


elpaís.com - j. s. / v. g. o. - Madrid - 27 FEB 2013

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