Cumbre de los amos del mundo: ¿de qué hablan y por qué lo ocultan?
- La élite económica y política se cita en Sitges.
- Cada año eligen un lugar distinto para la reunión en la que la norma es la discreción.
En 1954, en un hotel campestre a las afueras de Arnhem (Holanda), se celebró una reunión de mandatarios europeos y de EE UU dispuestos a unir lazos entre ambos lados del Atlántico. Aquella cita, en el hotel Bilderberg, era un encuentro privado, al que se asistía por invitación. El llamado
Grupo Bilderberg , reunido estos días en Sitges (Barcelona), sigue esa misma política.
Cada año, personalidades políticas, empresariales, mediáticas e intelectuales se sientan para compartir puntos de vista. La lista de los miembros de este selecto club de poderosos no es pública, pero se filtra de manera extraoficial sin que llegue a poderse comprobar finalmente quién acude y quién no. Cryptome, una web estadounidense especializada en publicar documentos clasificados, ha sacado a la luz la de la cita de Sitges. Según ésta, asisten la Reina Sofía –que ya estuvo el año pasado en la cita de Grecia–, los presidentes del grupo Prisa, Juan Luis Cebrián, de Acciona, José Manuel Entrecanales, y el ex ministro de Economía Pedro Solbes. Entre los nombres internacionales, el presidente del Banco Central Europeo, el del Banco Mundial, el vicesecretario de Estado de EE UU, la directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, los consejeros delegados de Coca-Cola y de la farmacéutica Novartis, etc.
Entre los habituales se cuenta también uno de los hombres de Zapatero, Bernardino León. Pero en esta ocasión también asistirá el presidente, que, según fuentes diplomáticas citadas por Europa Press, defenderá la "credibilidad y confianza" de la economía española.
El secretismo manda
A diferencia de otros encuentros internacionales de alto nivel, no hay periodistas acreditados (aunque sí invitados), ni declaraciones, ni fotos, ni los asistentes explican de qué se habla. El silencio es la norma, lo que ha alimentado los rumores, como su responsabilidad en la crisis y en la creación de la figura de Obama, y su imagen de Gobierno mundial en la sombra.
No es la única entidad de este tipo. La Comisión Trilateral y el estadounidense Bohemian Club son similares: poderosos y discretos.
La congregación de los poderosos: el Bilderberg Group.
Hermética, cerrada, secreta, clasificada, así se podría clasificar a la reunión del Bilderberg Group que se hará esta semana en Grecia.
¿Es una cumbre? ¿Un foro de debate? ¿Es como el Davos, el G7 o el G20? Si es tan importante ¿Por qué no sale en los medios? Y si no es tan relevante ¿Cuál es el sentido de juntar a Kissinger con la monarquía inglesa, holandesa, española, banqueros y dueños de medios? Sencillo: cuando los más poderosos del mundo deciden sobre temas de extrema sensibilidad a nivel global, obligatoriamente hay que pactar el silencio.
Bilderberg es el nombre que tomó el grupo en su primera reunión en el hotel con el mismo nombre en Oosterbeek, Holanda (1954) y que convocó a banqueros, políticos de alto vuelo, realeza británica, holandesa, española y capitanes del complejo militar-industrial.
El precursor de este congreso fue el príncipe Bernardo de Holanda, de vastos contactos en los círculos financieros occidentales, quien fue acompañado por un personaje de notable relevancia pero de perfil muy bajo.
Este hombre clave es Joseph Retinger a quien se lo podría considerar una eminencia si hubiese sido una figura pública. Pero no. El académico, compañero del príncipe, tuvo una extensa carrera dentro de estos círculos de poder. Cuando el politólogo y economista falleció, fue recordado con las siguientes palabras por parte de Bernardo de Holanda: "La historia conoce muchos personajes notables sobre los cuales se concitó durante su vida la atención general. Ellos fueron admirados y festejados por todos, y nadie ignoró su nombre... pero existe, sin embargo, otros hombres cuya influencia es todavia mayor, incidiendo con su personalidad en el tiempo en que vivieron, aunque no son conocidos, pese a todo, más que por un circulo de iniciados muy restringido, Joseph Retinger fue uno de estos" (Boletín Nº5 del Centro de Cultura Europea). Sin caer en la emotividad, el príncipe fue taxativo al referirse a la jerarquía de Retinger.
Pero, pese a un hermetismo un tanto extremo para esta reunión, la atracción que genera tanta secreción nutre las ambiciones de investigadores en busca de información complicada y exclusiva. Ya conocen el dicho: el que busca, encuentra.
Tanto Daniel Estulin, periodista español y Jim Tucker, escritor estadounidense que logró infiltrarse en la conferencia -logrando una foto al lado de Margaret Thatcher- persiguen al Bilderberg sin importar el lugar de su reunión.
El punto de encuentro de este año es Vouliagmeni, Grecia, cerca de sus paradisíacas playas, en un año en donde el eje de la discusión será, de acuerdo a las fuentes de Estulin -quien consigue los "talking points" mediante fuentes reservadas-, el futuro del dólar y la falsa sensación de giro positivo en la economía financiera que licuará las apuestas de inversionistas tentados por los primeros índices de alza de mercados; otro es "Desempleo EEUU: Soluciones y supuestos", tal como se leería en el libreto. En este ítem se discutiría un alza en la desocupación a una tasa que duplica la de hoy, es decir un 14 por ciento frente al 8 por ciento actual.
La más curiosa de las referencias es la disyuntiva entre los miembros en el manejo de la "crisis" financiera y económica internacional. "Depresión o prolongado estancamiento", señala el folleto de Bilderberg en donde se discutiría el impacto y prolongación de una crisis que tendrá como resultado un fortalecimiento de las entidades supranacionales; y el último punto clave, es el impulso final para la promulgación del Tratado de Lisboa, a la espera de un sí por parte de los irlandeses -a más tardar en octubre- quienes se negaron en el plebiscito anterior a formar parte de la Unión Europea. Una de las principales jugadas para desbancar al líder del movimiento Libertas (anti Tratado de Lisboa) sería vincularlo, mediante operaciones de prensa, a traficantes de armas.
Años atrás era difícil asegurar la injerencia del Grupo Bilderberg en eventos significativos de la historia. Las aguas estaban divididas entre los que aseveraban que este era una "secretiva conspiración que tira de los hilos del mundo" contra los más moderados -generalmente editorialistas de medios internacionales- que veían a Bilderberg como un simple buffette o foro de debate entre los que indefectiblemente pisan fuerte pero que sólo comparten opiniones concernientes a la gestión.
Quizá este concepto se pueda fundir en uno que -sin ser exagerado- quedaría más parecido al primero de los argumentos.
Daniel Estulin, que ha investigado al Bilderberg Group, detalló con notable precisión -y sin ser un gurú de la city porteña- el punto de partida de la nueva gran depresión que fue la quiebra del banco de inversión Lehmann Brothers. En otra oportunidad, también predijo un alza de petróleo cuando el precio del barril estaba a 40 dólares, tras la reunión de Bilderberg en Munich, Alemania.
Hoy, a días de una nueva conferencia de este secreto grupo, documentos de las primeras reuniones de Bilderberg señalan la voluntad de este poderoso circulo de crear la Unión Europea, una moneda común (euro) y un mercado común para esa región, 40 años antes de que se empezara a insinuar la idea, en los años noventa.
En los primeros meses de 2009 tanto el visconde de Bélgica y el actual conferencista jefe del Bilderberg, Etienne Davignon, admitieron que el nacimiento del euro fue a puertas cerradas, en una reunión del grupo. "Una reunión del Bilderberg, durante junio en Europa, podría mejorar el entendimiento de futuras decisiones, de la misma forma que lo hizo para la creación del euro en los noventa", fanfarroneó Davignon.
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